¿Qué tiene de malo ser la debilidad de un Alfa?

Capítulo 79 Hombre Libre

Llovió mucho toda la noche.

Yu Yun soñó que estaba encerrado en una jaula deprimida, parecida a un ataúd, sin puerta en todas direcciones y sin ningún lugar para escapar.

No podía oír nada, no podía hacer nada, y el flujo del tiempo se volvió extremadamente lento.

No supo cuánto tiempo tardó, pero se olvidó de dónde estaba. El aire frío que soplaba de la nada hizo que sus manos y pies se entumecieran por el frío. Desde la punta de los dedos hasta el corazón, ni siquiera parecía sentir su propia existencia.

Pero de repente, escuchó un suave golpe en la puerta.

Ding-dong.

Ding.

Yu Yun se sorprendió, y el golpe en la puerta fue como un latido del corazón fuerte, que se extendió desde una dirección lejana hasta su oído.

Las manos y los pies se calientan.

Se despertó.

Luego descubrió que sus manos y pies estaban expuestos fuera de la colcha.

Vi la luz del sol goteando a través de las grietas de las cortinas opacas del dormitorio.

El sol brillaba intensamente, y Yu Yun se vio sacudida por la luz del sol que acababa de caer sobre su cara, y sus extremidades estaban rígidas. Por un momento, no tuvo la fuerza para levantarse.

Después de un tiempo, Yu Yun recuperó el control de su cuerpo.

Se puso de pie y se sentó de la cama, se alisó el pelo y exhaló una larga respiración.

Luego abrió las cortinas y dejó que la luz del sol brillara por completo en la habitación.

Tan pronto como se despertó, se sintió un poco cansado. La sensación familiar y dolorida se arrastró desde las glándulas de la parte posterior de su cuello hasta toda la columna vertebral. Las articulaciones del cuerpo parecían estar oxidadas, y era un poco lento al caminar.

Pero no era un gran problema.

Hay cosas importantes que hacer. A pesar de que estaba cansado, Yu Yun todavía llevaba un traje duro como de costumbre.

La tela rígida se frotó contra las glándulas de su espalda, lo que lo hizo sentir un poco incómodo. Mirando al espejo, se enderezó la ropa y vio sus cansadas ojeras en el espejo y el pelo bajo en su frente.

Hoy es un día de trabajo, pero Yu Yun no fue a la empresa.

Compró un ramo de flores, condujo a lo largo de la Ciudad J y finalmente se detuvo en un cementerio remoto.

No es el día del barrido de tumbas, y hay muy pocas personas en el cementerio. En el aparcamiento vacío, solo había tres o dos coches. Yu Yun abrió la puerta y sacó el ramo del copiloto.

Tal vez porque acababa de despejarse, el sol no era tan feroz, y cayó al suelo cálidamente, permitiendo que el aire fresco, de hierba y el leñoso del cementerio flotara en la punta de la nariz de Yu Yun después de la lluvia.

Caminó todo el camino por las escaleras y finalmente se detuvo frente a una lápida de mármol.

En la foto en blanco y negro de la lápida, había una mujer de pelo largo. Los ojos de la mujer estaban húmedos, su cabello largo estaba flojamente envuelto en sus hombros, su cabello era suave y liso, y se veía suave y hermosa.

Pero había una luz fría en esos ojos húmedos parecidos a lichi, lo que hacía que esta cara suave fuera un poco más dura e indiferente.

Yu Yun se paró frente a la lápida y miró a la mujer de la foto en blanco y negro.