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"VOY A VENGARME DE ESE MARICA VOY A LLENARLE EL CUELLO CON POLVOS PICAPICA"
Julieta:
Hernan tuvo que haber llegado hace horas pero no lo hizo y eso me preocupaba bastante, capaz estaba haciendo horas extras aunque casi nunca las hacía, y si lo hacía me avisaba antes de irse.
Cuando paso todo un día más me levanté de la cama, me puse un buzo con capucha y salí a buscar a Hernan ¿Y si le había pasado algo?¿Si lo habían agarrado los Tevez?¿Y si se había quedado atrapado en uno de los tiroteos? No, tenía que pensar positivo. Lo fui a buscar a el almacén donde trabajaba y la señora me dijo que no siquiera había llegado, eso me preocupaba más todavía. Después de darle las gracias lo seguí buscando por el barrio pero nada.
– Escuchaste de lo que pasó con ese tal cochi? El propio amigo se le dió vuelta y lo mando al hospital – Escuché hablar a una señora ¿Cómo que el Cochi estaba en el hospital?– No, si te digo yo que no podés ni confiar en tu sombra acá, bueno, me voy Martita.
Yo me quedé pensando en lo que había escuchado, Jorge había mandado al hospital a Cochi, me estaba sacando todo de a poco y creo que ya vendría siendo hora de devolverle algo.
Me fui hasta la salita dónde suponía que estaba Cochi y pregunté por él, me dijeron donde estaba y yo entre.
– Cochi... Cómo 'tas? – Dije en voz baja y me acerque a él, Cochi me miró y sonrió débilmente
– Juli... Pensé que nunca me iba' a venir a ver – Yo le sonreí y me senté al lado de él.
– Esto te hizo el puto de Jorge no? Vo' no sabe de casualidad dónde se e'conde? – Cochi negó con la cabeza.
– No pero el cachucha si sabe... Pero no vaya' a hacer nada, no quiero que te maten – Él apretó mi mano con fuerza – Sos lo único que me queda de Ana...
– Tranquilo Cochi, no me va a pasar nada – Le sonreí y me quedé un rato con él para hacerle compañía, todavía pensaba en Hernan y dónde podía estar pero primero quería hacer algo.
𓆰𓆪
Hernan:
– Tráeme agua... Tráeme agua, rati – Le dije a el policía.
– Mira la nena como llora, que pena me da
– A vo' te mando el de arriba no? Ya lo vamos a prender fuego a tu jefecito
– Sabíamos que eras retrasado, pero no tanto – El poli se rió burlón – La falopa te mastico el cerebro a vos.
Capaz un poco, de vez en cuando me falopeaba a escondidas de mi vieja y de juli porque si no me mataban las dos.
