The Saiyan Slayer

Capítulo 1: Son Goku

Planeta vegeta: 4 años antes del segundo ataque savage.

Nuestra historia comenzaría en medio del espacio, exactamente en un planeta rojo, en el cual era habitado por seres de sangre guerrera y de gran orgullo, está era la raza de los Saiyajines.

La cuál estaba pasando por una de las mayores catástrofes en toda su vida, o más bien el fin de esta. Todo en el planeta parecía una escena postapocalíptica. Los fuertes temblores, vientos huracanados y grietas se abrían desde el subsuelo, de las cuales el magma empezaría a surgir, creando marea de lava y pintando el cielo de un rojo sangre. Los Saiyajines tratarían de escapar, pero la lava acabaría con los puertos y las naves, así siendo consumidos por esta y los fuertes desastres, así marcando su extinción, Pero habría dos Saiyajines que no aceptarían ese destino, al menos no para ellos.

Ahora podíamos ver a una pareja de Saiyajines, una bella mujer de pelo azabache, y el otro un hombre, también de cabello azabache, pero con el cabello más erizado y elevado, el cual parecía estar en contra de la gravedad.

- Bardock, espera por favor, al menos ve más despacio. - Esto lo diría la mujer de cabello azabache algo cansada mientras taraba de seguirle el ritmo a su pareja.

- No tenemos tiempo que perder Gine, el núcleo del planeta está a punto de explotar, tenemos que darnos prisa. - Diría el hombre de cabello azabache y puntiagudo, ahora conocido como Bardock, el cual parecía estar cargando una especie de gran esfera blanca.

- S-si tienes razón, ¡Vamos! - Diría la mujer de cabello azabache y puntiagudo, ahora conocida como Gine con sus fuerzas renovadas mientras seguía a Bardock.

Ambos estarían corriendo y saltando por todo el planeta, evitando la lava y los fuertes vientos, hasta que por fin encontrarían un lugar seguro. El saiyanjin conocido como Bardock bajaría la gran esfera blanca, para revelar que en su interior se encontraba un pequeño niño azabache con su mismo estilo de cabello.

Los dos saiyajines se asomarían por el cristal de la cápsula, para ver a su pequeño hijo, el cual no parecía estar entendiendo lo que pasaba.

- Perdónanos Kakarotto, pero si queremos que sobrevivas tenemos que dejarte ir, no podemos dejar que mueras aquí, todavía tienes toda una vida por delante, realmente me duele tener que hacer esto, pero hijo mío recuerda que mamá te ama y siempre lo hará. - Diría Gine con voz quebradiza, y con algunas lágrimas en su rostro.

- Escucha, has todo lo que puedas para sobrevivir, eres perteneciente de la prestigiosa raza guerrera Saiyajin, nunca permitas que nadie te diga de lo que no eres capaz. - Diría Bardock con una gran sonrisa, despidiéndose de su hijo.

- Y recuerda que, aunque tú no nos veas.... Siempre estaremos a tu lado. - Dijo Bardock ahora en un tono suave y el pequeño niño ahora conocido como kakarotto no podía entender de lo que estaban hablando, ni mucho menos lo que estaba pasando, pero el simplemente asentiría como si lo hubiera entendido.

- Te queremos Kakarotto. - Dijo Gine mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas, ellos sabían que no lo podían retrasar más y activarían la cápsula, la cual saldría disparada al espacio.

- Adiós, hijo, no olvides que papá siempre estará orgulloso de ti, pase lo que pase. - Dijo Bardock en sus pensamientos mientras veía en dirección a donde la nave había despegado.

- ¡¡Kakarotto!! - Gritaría Gine a todo pulmón desconsolada, para luego abrazar a su pareja.

- Sobrevive Kakarotto, hazlo y vive tu vida como lo haría un orgulloso guerrero Saiyajin, es lo único que deseo para ti hijo mío. - Pensaría Bardock mientras abrazaba a una llorosa GIne.