Viernes

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Eran las seis de la tarde del martes, y decir que no hubo lagrimas por la despedida de los ex-miembros del equipo seria mentira. Por lo menos Kuramochi se la había pasado melancólico desde la mañana.
El único momento que tuvo Kazuya para respirar del olor a transpiración y tristeza fue durante la simulación de partido entre segundos-terceros vs graduados.

Bueno. Por lo menos el olor a tristeza si se fue en el momento.

Solo quedaba la parte difícil. Kazuya era de tercer año, tenia que asumir, como se esperaba, el roll de capitán, sin orientación de nadie a partir de ahora.
No era que se sintiera nervioso, mas bien resultaría un fastidio ser responsable de liderar el equipo, planear las estrategia de  los juegos y además poner atención al desarrollo de  los que fueran seleccionados para la alineacion principal entre los nuevos de primero.

Que por cierto. Quedaban tres días para que conociera a su remplazo.

Nadie le había dado detalles sobre el chico y el tampoco dio indicios de quererlos.

Kazuya era narcisista, eso era obvio, y no le importaba ningún otro atleta además de el mismo, no importa que tan buen rival pudiera ser. Porque en su mente, el podía con todos.

Sin embargo ahora que faltaba tan poco para el encuentro, había cosas que Miyuki si sabia, como que apenas pudieran ingresar a los dormitorios lo nuevos, su reemplazo se convertiría en su compañero de habitación.
Y eso si resultaba ser un problema.
Uno que ya sabría como resolver cuando llegara el momento.

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Miércoles, jueves. Ambos pasaron en relativa tranquilidad, asistió a algunas clases y se ganó un regaño de kuramochi por faltar a las demás.
El entrenamiento fue como siempre y sus noches casi como siempre.
Por alguna razón se le complico un poco conciliar el sueño. Lo que lo llevo a desvelarse el martes viendo películas y el miércoles a pasarla entre las piernas de una chica universitaria que conoció en la calle.

Ya siendo viernes se encontraba junto al entrenador y Meazono para dar el primer pase lista de los nuevos miembros del equipo.

- B-bueno, antes que nada quisiera darles la bienvenida en nombre de los integrantes de segundo y tercer año. G-gracias por escogernos como su primer opción, les puedo asegurar que nuestro equipo es mas que solo Miyuki.-

Los nuevo se miraron poco impresionados ante el discurso de su nuevo sub-capitán. Claro que el equipo trataba de Miyuki. Era por y gracias a el que Seido tenia tantos reclutas. Sin embargo guardaron silencio y esperaron a que terminara de hablar mientras miraban con emoción contenida al catcher que esperaba al lado su turno para hablar.
Después de la fiesta (fracaso de fiesta) que se armaron con los chicos de primero, habían acordado con Rei y la directora que Miyuki debería limpiar su imagen de vago ante los reclutas. Y claro eso solo significaba otro discurso. Cosa que se le daba increíble a Miyuki (nótese el sarcasmo).

Mientras Zono parloteaba, Kazuya tomo nota mental de todos los integrantes y sus posiciones para un análisis rápido. Si bien era probable que solo un primer año aparte de su remplazo pudiera jugar, el era el capitán y tenia que preocuparse por las nuevas armas que adquiriría el equipo.
Le fastidiaba claro, pero si se trataba de béisbol jamás haría las cosas a medias.

Mientras comenzaban con el pase de lista fue revisando la actitud de cada miembro y la forma en que esta encajaba con sus posiciones en el campo.

Akamatsu Shinji. Fue el primero que llamó su atención, un pitcher, pero claro. Tenia una actitud altanera y por lo visto el ego muy inflado, cosa que a Kazuya no le sorprendió. Era muy básica su personalidad pero al menos le recordaba un poco a Mei.

Otro que parecía no ser tan malo era un chico flacucho con lentes cuadrados, no sabría decir si era casualidad o pretendía ser una copia de las monturas casuales en los lentes del propio Miyuki. En fin, no le importaba si quería parecerse a el porque el niño era un segunda base al parecer.

Estaba otro demasiado bajo, Yui Kaoru, que sinceramente le causo repulsión y lastima a Miyuki por razones bastante personales, el chico quería ser catcher, parecía tener habilidad pero apenas y podria medir 1.50m y ni hablar de su complexión. Se llevaría una gran sorpresa al conocer al nuevo receptor de su equipo.

Procuró aprenderse todos los nombres y opiniones sobre todos y cuando hubieron terminado rodó los ojos mentalmente antes de hablar.

-Bueno, se que muchos nos conocimos hace poco pero quería decirles lo mismo que el entrenador y el sub capitán, -Miyuki se puso serio de repente.- y es que como el dijo, a pesar de la primera impresión, Seido no es un equipo para tomar a la ligera, quien venga buscando mas fiestas, fama o una posición ganada con algo que no sea esfuerzo está perdiendo el tiempo. Yo personalmente me encargaré de que todos y cada uno de ustedes se tomen los entrenamientos, los amistosos y los partidos oficiales enserio, incluso las entrevistas. -lanzó una mirada de extremo a extremo entre ellos y siguió- Me eh encargado de volver a este equipo el mejor de Japón, y quien quiera menos que eso, menos que ser los mejores, mejor valla empacando sus cosas.

La verdad sea dicha, y ya se había mencionado, a el no le importaba cuidar de mocos, pero si era el capitán, y si, la directora le había pedido incluir esas frases en su discurso.
Que le salieran tan agresivas solamente era por su estrés acumulado y lo mucho que le fastidiaba la situación.
Si fuera por el, esos niños podrían regresar a sus casas y volver para cuando el se graduara.

No hubo mucho después de eso, los de primero no podían mezclar la practica con los de segundo ni tercero, y estos últimos tenían que seccionarse así mismos según si eran jugadores regulares, si estaban en la banca o solo seguían allí de adorno. Lo que dejaba a Miyuki con su reducido grupo de idiotas regular, Kuramochi entre ellos, junto con los otros titulares.

Tuvo que soportar a Mei y a Furuya peleándose por quien merecía iniciar primero la practica con él cuando claramente ese día tocaba practica de campo. Y por mas que intentó alargar la tarde y el entrenamiento, llego la hora de ir a la oficina de el entrenador para llevar a el chico reemplazo a su habitación.

Caminó a paso lento después de ducharse y procuro tardarse mas de lo normal en una maquina expendedora fingiendo no decidirse entre un Pocari o una simple botella de agua aunque nadie lo estuviera viendo.
Al final se quedo sin excusas y pronto ya estaba frente a la puerta de la oficina.

Ni siquiera tocó. Nunca fue necesario para el. Abrió la puerta y enseguida posó su mirada en el niño peliblanco de pie en medio de la sala, no volteo a ver al entrenador, quien ya estaba presentándolos por sus nombres.

-Saluda a Okumura, Miyuki, a partir de ahora el será tu compañero de cuarto, y como sabrás esperamos poder agregarlo pronto a la lista de jugadores titulares para el torneo de Kanto así que espero puedas apoyarlo en sus practicas, veras, el es al igual que tu, un gran catcher.-

Miyuki no contestó enseguida. El niño era apenas mas alto que el pequeñín de los otros de primero pero sin duda Okumura lucía mas capaz que Yui, como si supiera lo que hace, como si supiera que no hay nadie mejor que el, y lo demás le fuera indiferente, como Miyuki.

Volteó a ver por fin al entrenador con su sonrisa mas carismática e hipócrita.

-Por supuesto entrenador. Apuesto a que no será sencillo pero me asegurare de enseñarle todo lo que se al joven Okumura.- Termino diciendo ahora sin siquiera voltear a ver al niño.- Sígueme chico. Bienvenido a Seido por cierto.

Okumura pareció captar la actitud que Miyuki planeaba tener con el y sin bajar la mirada lanzó un gruñido bajo para luego arrastrar su maleta por el suelo y caminar tras Kazuya.

Atrás de él como siempre debería ser.

Pensó Miyuki en lo que lo guiaba a su habitación.

No cruzaron palabras hasta que quedaron frente a la puerta. Miyuki abrió y pasó a recostarse en su cama mientras revisaba el teléfono solo para no tener que ver a Okumura quien maniobraba su enorme maleta en el reducido corredor entre la puerta y las camas.
Estuvieron ignorándose en tolo el rato que tardo el peliblanco en desempacar sus cosas y cambiarse los converse y pantalones por algo mas cómodo.
Kazuya sopeso su opción de no dirigirle la palabra en el dormitorio pero al final tenia que dejar las cosas en claro con Okumura si o si. Dejó el teléfono a un lado y cruzo los brazos ya sentado en una posición seria.

-Aclaremos la situación. O mas bien las reglas.- Dijo de manera casi macabra. El niño lo miro sin intimidarse y de nuevo sin bajar la mirada, lo que cabreo mas a Miyuki.-

-Tu pones las reglas... Senpai.- Bien el niño tenia voz fuerte, no le impresionaba.

-Los dos sabemos porque estas aquí. Y sabemos que aunque el entrenador mencionara el torneo de Kanto, no te permitirá tocar el campo cuando inicie el verano. No mientras este yo.
Silencio

-No puedes estar aqui los martes ni miércoles por la noche, asegúrate de hacerte un amiguito o págale a alguien para quedarte con ellos esos días pero no tienes permitido entrar ni decirle a nadie que te prohibí pasar.- Okumura lo miró expectante y poco impresionado, sin cambiar su mueca.-

-Te entrenaré claro, te enseñare todo lo que sé, e incluso obligaré a Mei a que se deje atrapar, pero no te quiero cerca de mi fuera de las practicas, no te me pegues en el comedor, ni en la practica libre porque te ignoraré. No puedes hablar mientras estudio estadísticas ni hacer preguntas, tal vez al final te explique lo que hago, ya veré. No puedes tirar tu ropa por la habitación, no quiero notarte al punto en que casi parezca que sigo viviendo solo, y odio la suciedad asi que ni se te ocurra tirar algo fuera de le cesto. No puedes meter a nadie aquí sin mi aprobación. Y lo más importante.... No importa a quien meta al cuarto ni lo que haga con esa persona. TU NO VAS A DECIR NADA A NADIE.

Silencio.

-¿Quedó claro?-

Por un momento pensó que no le responderían y Miyuki se empezó a cabrear pero Okumura se le quedo viendo, aun, y después de 10 segundo le respondió.

-Y pensar que "Él" Miyuki Kazuya seria tan desagradable... No pienso salir a buscar refugio a otras habitaciones, por lo que entendí, según tu contexto, por mi te puedes follar a quien quieras pero será mejor que busques tu un nuevo lugar donde meter a tus amantes porque no planeo aguantar que me corran de mi propia habitación.-

-Querrás decir MI habitación.-retó Miyuki.

-Pero hasta cuando, ¿Un año?. Tu ya estas de pasada Senpai, en este cuarto y en este equipo.-

Kazuya sonrió de lado. Mas aterrador que nunca, quería destrozar algo, de preferencia al mocoso que le habían puesto como compañero, pero se contuvo y solo trató de terminar la conversación antes de que la ira lo venciera y se pusiera violento.

-Bien Okumura.- Sonrió ahora más amplio.- Eres libre de quedarte en la habitación, tienes razón también es tuya y yo ya estoy a un paso de ser profesional, pero en este ultimo año, el dormitorio también es mío así que siéntete libre de quedarte a dormir todos los días y disfrutar de la compañía que traiga a casa.- Dijo sin borrar su sonrisa, satisfecho al ver como el rostro de Okumura cambiara a su primer mueca asustada de la noche.- Aunque claro, no te dejare participar, después de todo eres menor de edad.

La hipocresía. El mismo había perdido la virginidad en secundaria.
Pero si Okumura quería retar a Miyuki, no sabia con quien se metía

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⏰ Última actualización: Mar 05 ⏰

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