Una Fata Morgana es una forma compleja de espejismo superior visible en una estrecha franja justo por encima del horizonte.
Ahí siempre huele a muerto, pero hoy es diferente.
Hoy huele como si alguien se estuviera descomponiendo de verdad, escondido a plena luz apoyado en una esquina, pero ahí no hay ningún cuerpo que disimulado sea uno con las sombras. Chifuyu siempre le ha repetido, una y otra vez como una cacofonía sin fín, que sea cauteloso con aquel a quién mata, con aquel del que se alimenta, porque el repulsivo olor que desprende un cadáver es lo primero que alerta a los vecinos en sus programas favoritos de crímenes.
Él mismo lo debería saber o, al menos, debería ser consciente de ello. Después de todo, lleva viviendo de esta manera los últimos ciento treinta y cuatro años. Uno pensaría que, al haber compartido el mundo con los humanos durante ese tiempo, Shuji Hanma sería más sensato y cuidado al respecto. Sin embargo, parecía que a cuantos más días transcurrían, más irresponsable se volvía.
A Chifuyu le pone de lo más nervioso. En cualquier otra situación, no le importaría que Shuji sea el inconsciente que es. Lo hubiera ignorado, como lo hacía con todo, y hubiera pasado de largo. Sin embargo, Shuji se había encargado de hacer suyos sus propios problemas con una efusividad impropia de él. Había aporreado puertas, perseguido por callejones, susurrado mientras dormía. Había amenazado con asesinar cruelmente a cada una de las personas a las que Chifuyu apreciaba y, ahí, Chifuyu se había reído en su cara.
—Buena suerte intentando matar a un muerto.
El padre de Chifuyu murió antes de que naciera. Su madre lo hizo dieciocho años después tras una repentina y breve enfermedad. Su mejor amigo, Keisuke, fue apuñalado en una pelea callejera. Incluso su gato, Peke J, fue atropellado por un camión meses antes de conocer a Shuji.
A estas alturas de su vida, Chifuyu no tiene a nadie, por lo que las amenazas de Shuji resultaron ser palabras vacías que le entraron por un oído y le salieron por el otro. Aun así, la persistencia del hombre —si es que se le puede llamar así— fue tan tenaz que, en menos de un par de noches, Chifuyu terminó accediendo y permitió que entrara en su pequeño y cutre apartamento. No entendió por qué en ese momento y continúa sin entenderlo ahora, que el tiempo ha pasado. Para él, la insistencia de Shuji por compartir su tiempo con alguien tan insignificante como su persona es uno de esos misterios sin resolver que se mantendrán de esa manera hasta el final de los días. Y le da igual.
A veces, es mejor no hacer preguntas. Está convencido de que no le gustará la respuesta.
—Ya estoy en casa —avisa, como siempre lo ha hecho, incluso antes de que Shuji se apoderase de su residencia. Supone que lo hacía como recordatorio de que, una vez, tuvo a alguien. Sus padres, su amigo o su mascota. Alguien que, una vez, le quiso. Que le importó.
Ahora solo lo hace para anunciar su llegada y así evitar pillar a Shuji masturbándose en su cama. Lo ha presenciado demasiadas veces como para crear una serie de normas con el fin de evitar añadir un trauma más a la lista. Y cada vez, ocurría lo mismo. Shuji ponía los ojos en blanco, se guardaba la erección en los pantalones y lo llamaba mojigato.
—No soy un mojigato —le discutía Chifuyu.
Para entonces, Shuji ya se habría levantado de la cama y acercado a él con la espalda curvada hacia delante. De haber sido humano, Shuji habría tenido un montón de problemas de postura. Pero como no lo es, esa es otra de las cosas que no le importan.
—Claro que lo eres. Sólo mira cómo te has puesto —decía Shuji con ese tono de voz entre medio burlón y picarón. Entre medio juguetón y medio seductor. Se acercaba lo suficiente como para que Chifuyu se tuviera que pegar al marco de la puerta y se viera obligado a levantar la cabeza para continuar sosteniendo la mirada. —Todo rojito, pobre Chibi-chan, siempre un mojigato.
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Fata Morgana | HanFuyu [Tokyo Revengers] +18
FanficJusto por encima del horizonte, Chifuyu ve un montón de cosas. Entre ellas, el espejimo de una vida que nunca quiso y que le atrapa en un abismo del que nunca será capaz de escapar. Inspirado en la HanFuyu Week 2023 bajo los prompts de Supernatural...