Estoy rota...
-Mi señora, ¿por qué va a este banquete? -Preguntó mientras me miraba con preocupación.
-¿Crees que quiero ir? Voy por -Hice una pequeña pausa para pensar que decir -un asunto personal.
-Pero mi señora, al menos lleve algo de seguridad. -Insistió.
-¿Seguridad? No la necesito. -Dije incrédula mientras me colocaba unos aretes. -Busca mi carruaje y por favor, que sea la última vez que te escuche llamarme "señora". -Le advertí señalando con un abanico de mano. No he llegado ni a los cuarenta y ya me quieren llamar señora.
Al llegar al banquete las personas no me quitaban los ojos de encima, algunas con cara de horror. Espero que miren desde lejos y no se me acerquen, por que no deseo aguantar a ninguna de estas personas. El banquete es demasiado elegante, muy poca comida y los nobles tan hipócritas como siempre. Si no fuera por mi asunto saldría corriendo de aquí. En ese mismo instante escuché una voz muy familiar acercándose.
-Disculpe señorita. -Llamó con tono amistoso. Entrecerré mis ojos mientras me giraba, orando y esperando que no sea quien creo que es, pero desafortunadamente mis oraciones no sirvieron. Como me lo temía, me encontré con la persona que más quería evitar. -Ah, eres tú -Dijo al darse cuenta de quien soy, además, mientras lo decía pude notar su repentino cambio de voz.
Todos los nobles y la realeza son unos tontos, pero este en específico es el que más me irrita. De cabello castaño, ojos grises y brillantes, sonrisa perfecta, el hombre más guapo y deseado de todo el reino. Para mi no es más que un idiota.
-¿Qué haces aquí?
-¿Qué te importa? -Me crucé de brazos. -¿Por qué, vas a encarcelarme? -Bromee.
-¿Crees que no lo hare? -Alegó acercándose en expresión de amenaza.
-Ya había olvidado lo mal que me caes. -Puse los ojos en blanco. De todos modos me escaparía antes de llegar al calabozo.
No ha cambiado nada a pesar de haber pasado 3 años de cuando tuve que dejarlo todo. Extraño que las personas se pongan en mi camino, era más divertido, aunque la persona que me daba más problemas era él, eran buenos tiempos.
-¿Viniste a causar problemas o al fin pensaste hacer algo bueno con tu vida? -¡Ni siquiera quería venir!
-¿Qué hay de ti, por fin dejaras de ser un idiota o es que naciste así? -¿Hacer algo bueno con mi vida? La reina tendrá que buscar un remplazo para ser el futuro rey, porque este va a desaparecer. -No, no tengo tiempo para esto. -Me giré y camine a la dirección opuesta a él, no quiero causar un alboroto. Luego sentí como toco mi hombro con su mano y lo aparte bruscamente.
-No hagas ninguna estupidez, esto no es solo un simple banquete. -Me miró serio.
Por más molesto que sea tiene razón, hay algo inusual en este banquete. Minutos después de separarnos, comencé a escuchar múltiples ruidos, mayormente gritos. Fui corriendo hacia los gritos hasta que escuché como el techo empezaba a agrietarse y antes de que me diera cuenta, al mirar hacia arriba vi como escombros caían. Pero antes de ver como el techo que se desplomaba me cayera encima, desperté de golpe asustada y mire mi habitación un poco confundida. Vaya, mi imaginación está a otro nivel, la alarma de mi teléfono comenzó a sonar y fue tan repentino que grité del susto, rayos, casi me da un ataque.
-Tengo que prepararme para mi entrevista. -Balbuceé media dormida mientras me levantaba de la cama. Después de prepararme, conduje a la entrevista y al llegar me senté en la sala de espera.
-Buenos días. -Me saludó el chico que estaba a mi lado.
-Buenos días. -Le correspondí el saludo. No seguimos con la conversación, pero por alguna razón, siento que lo conozco. ¿Será que lo he visto en algún lado?
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REBELION
AdventureCon un motivo oculto, Elena intenta volverse policía, sin embargo desafortunadamente no lo logra y tiene que buscar otra manera de formar parte de la ley, pero antes de siquiera comenzar a buscar es inesperadamente atacada. Un extraño hombre que pa...