Distante pasado | Derrotada

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Nota: Los eventos se narran en distintas épocas y tiempos, todo es pasado y referente a la vida de la criatura del océano que conoció Lucia anteriormente*

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Había una vez una pequeña criatura que nació bajo el agua.

Su especie era poco común, un ser dotado de "identidad", capaz de discernir su entorno y poseedor de un pensamiento distinto.

Insignificante era el o ella, pequeño/a & débil.

Sin embargo con una habilidad nunca antes vista en el mundo.

La capacidad de interferir en el "destino".

Se podría definir ese poder que era capaz de desafiar incluso las ordenes de los mismos dioses como una habilidad maldita.

Su poder era difícil de clasificar así como su alcance, ya que este poder al ser capaz de crear interferencia en el destino otorgaría al portador lo necesario para llevar a cabo su voluntad incluso en contra de los cielos.

Sin embargo había un costo por usarlo, y no era barato.

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<Nota: Se debe definir a esta criatura como un ser sin genero definido | puede ser cualquiera*>

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"A cambio de cada uso de este poder ella o el debía dar a "algo" a cambio, y cada cosa dada debería ser del mismo valor para el "sistema mundial".

Una balanza celestial mediría lo ofrecido a cambio de esta "interferencia" en el destino.

Y que cosas podían ser otorgadas gracias a este poder eran simplemente infinitas.

De igual forma como costo de uso se podría dar cualquier cosa a cambio, siempre y cuando tuviera un valor similar para el mundo.

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Un día este ser simplemente deseo comunicarse con otros seres pensantes, y a cambio este ser ofreció su sentido del gusto. Ahora para este ser todos los alimentos sabrían del mismo sabor que al agua.

Y al mismo tiempo esta criatura podía ahora comunicarse con otros seres inteligentes de muchas especies.

Podría haber sido quizá demasiado ofrecer una vida sin sabores a cambio de la capacidad del habla, pero para esta especie en ese momento de su vida dicha habilidad era totalmente incompatible.

Además de que en su momento no podía ofrecer nada valioso además de sus propias capacidades.

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Con el tiempo esta criatura le aprendió el truco a su habilidad y ascendió en poder rápidamente.

Sin embargo con el pasar de los años lo inevitable se acercaba... La muerte.

Ese era su propio destino.

Sin embargo, quien además de esta criatura era capaz de interferir en eso?

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Al acercarse su muerte y tras meditarlo poco un día este ser deseo la vida eterna, y el mundo a cambio le exigió una vida eterna en soledad.

"A cambio de vivir para siempre, tu destino será ver morir a todos"

Podrida decirse que el pago por la eternidad era su propia felicidad... Un alto precio.

Libro II Reencarne como una criatura inmortal: Un pequeño bicho odiado!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora