꧁ 𝒰𝓃 ʙᴜғᴏ́ɴ ℯ𝓃𝒶𝓂ℴ𝓇𝒶𝒹ℴ꧂ [Edgar X Chester - Brawl Stars]

Inefable.

-Sabes Edgar..- mencionó la peliblanca  algo irritada.-¿Cuál es tu problema con Fang? Quiero decir, tienes al hombre que todas quieren, al hombre que tú mismo querías. ¿Cuál es el problema?-

El pelinegro cabizbajeó, sentado en una caja con un peluche en sus manos entrelazadas, no se sentía bien con ese chico, pues sin duda lo hacía sentir muchos añicos.

- Tú no lo entiendes Colette..-

- Claro que no lo entiendo, por éso quiero que me digas que sucede. Llegas tarde a casa, a veces llegas con golpes, llegas llorando, ¡¿Que está pasando hermano?!- La peliblanca estalló, pues las incoherencias de su hermano no aguantó.

-¡¡No está sucediendo nada Colette!!- El azabache gritó.- Deja de hacerme tus interrogatorios inútiles, más mal me ponen.- dijo esto y se levantó, pero una mano en su muñeca lo percató.

-Edgar, Fang no te está tratando como debería, cierto?..-

El corazón del pelinegro se aceleró, y su hermana se confundió, los ojos del menor se cristalizaron, y sin más un abrazo de su hermana fué a resguardarlo.

- Ahora quiero que me digas que está pasando Ed, ya no eres el de antes..- la peliblanca indagó, mientras que el cabello de su hermano con sus manos repasó.

- Colette, me está haciendo daño...- el azabache sollozó, mientras que la peliblanca, suspiros soltó.- Me está lastimando Colette, yo jamás creí que Fang sería así, jamás creí que me haría daño.. yo solo intento ayudarlo y hacerlo feliz, no entiendo qué es lo que lo hace ser así..-El menor en dolor estalló, y su hermana entristecida lo abrazó.

- Te prometo que saldremos de esta Ed, ya no te lastimará, lo prometo.-

El azabache en los brazos de su hermana se resguardó, y como si fuera una madre ella lo consoló.

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- ¡Pero ayúdame Mandy!- el pelirrojo gritó.- Es demasiado pesado este trono, ¡y ni siquiera lo vas a compartir!-

- Ya deje de llorar niño, y mejor póngalo justo.....- La morena señaló.- ¡Ahí!-

Corriendo el bufóna un rincón se acercó, y a aventadas lo dejó, cansado de sentó y la morena solo lo observó.

- Pensé que eras más hombrecito, ese chico si que te trae loco, tanto que ya no tienes ni fuerzas para cargar un simple mueble.- la morena burlona rió, amaba a su mejor amigo, aunque si que parecía algo tontito.

- Déjate de tonterías Mandy, mi fuerza jamás podrá sobrellevar el amor que siento por Edgar.- los ojos de el bufón brillaron.

- ¿Tanto así? Haber, platícame más de ese chico.- la rubia curioseó.

- Oh Mandy, si supieras, él es tan lindo, y perfecto, me encanta su cabello, sabes, su voz es hermosa, ¿y sus ojos? Ni hablar, ¡son más brillantes que la luna! Es la única persona que pienso desde que me levanto hasta que me voy a dormir, es el único que tiene mi corazón completito, ¡es que Mandy! Es tan guapo!- el bufón no paraba de hablar, sin duda su corazón emocionado se encontraba ya.- y sabes, si es por matar el tiempo, ¡A mí me encanta hablar de él! ¡Yo podría pasar horas y horas hablando sobre él! Y es que claro, Edgar es tan bello y tan dulce, ¡y tan perfecto! Y a demás es bastante guapo, aunque a veces cuando habla parece un poco tontito, me fascina!-

La rubia fingió estar dormida, cosa que al bufón al principio molestaría, le gritó en la cara y reaccionó, y después de ésto muchas risas brotaron entre la innovación.

- Vaya niño, ese chico te tiene loquito.- la morena rió.

- Verdad que sí, jamás me había enamorado de alguien como lo estoy de él, te prometo que esto que siento es tan bello que no se cómo describirlo, es algo inefable..- El bufón se sonrió, estaba en total perdición.

- Sabes algo Chetos, me alegra mucho verte sonreír por amor, el amor es algo muy lindo, y me pone muy feliz saber que la causa de tu felicidad sea un enamoramiento, cuídalo.- La morena sonrió de una forma tierna, a la cual el bufón se le hizo bella.

- ¡¡Ooowww!! Que bello sentimiento, me empajalé- fingió una inexperta profundidad, con una mano en el pecho como toda una damisela.

- Se dice "empalagué".- la morena hizo una expresión de fastidio, más aún así rió junto a su amigo.

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El pelinegro se encontraba vagando una peculiar zona, las colinas dulciferas de Candy Land. Aire fresco tomó, para así reprender algo de su dolor.

No sabía que pensar, pues el dolor no quería experimentar más,  jamás creyó que sería así, el que alguien que tanto amaba lo iba a herir.

Había caminado tanto que no se había percatado, ya no quedaban colinas, solo un castillo y la vía, allí se encontraba el bufón, al cual le tenía tanto rencor. Pero está vez se percató, extravagante se veía para su interior, cosa que el cual reprochó con cuál temor.

Lo odiaba con su alma, desde su niñez lo restregaba, jamás fué de su agrado debido a sus contemporáneos espasmos, la atención de quien el amaba, el bufón se la robaba, con su carismática sonrisa, que el pelinegro.. nunca tenía.

Jamás creyó odiar de la forma en la que ese chico lo hacía reaccionar, y jamás creyó, que ese chico en algún momento... robó su corazón.

Lo miró con rencor, mientras que el otro sonreía sin error, simplemente se marchó, recordando todos los estruendos.

La fastidiosa sonrisa del bufón, para el menor le era presente en el corazón, tantos años lo amó, y ahora no volvería a tener su atención.

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