Sensatez y olvido.

Prólogo

Quien ama leer, comprenderá lo reconfortante que es tomar un libro en nuestras manos, abrir sus páginas y viajar. En cualquier tiempo o lugar, el alma hallará un refugio seguro.

Pero el escribir es en su esencia un arte mayor, porque las ideas son como mariposas que vuelan constantemente en la cabeza del escritor y cuánto más se intenta capturarlas y plasmarlas lo mejor posible, más alto éstas vuelan y no se sabe con exactitud si son alcanzables o si al atraparlas finalmente serán tan encantadoras como las miramos al principio. Por eso no me atrevía a escribir, por este problema tan complejo de las mariposas y el papel.

Hasta este momento de mi existencia, en que mi mano tomó una red sin avísarme y ha capturado una mariposa, la luz de mi inspiración: El. Desde entonces las letras son como fieles amigas con las que constantemente confieso mi sentir y libero mi alma. Ciertamente las cadenas del silencio fueran hecho de mí un ser sin sentido y solitario, pero resurgir de las cenizas como lo haría un ave fénix es finalmente una mirada más esperanzadora para el futuro.

Sensatez y olvido es un travesía, una historia en la que trato de mostrar y hallar si acaso una forma de superar este extraño duelo. El inspirador está ausente, pero es finalmente el obrador de cada fragmento y sentimiento plasmado en él. Su nombre es todo, lo que es, nada más.

Dedicatoria:

»A ti, que me miraste con amor, me comprendiste y escuchaste: la luna está hermosa»