El Errante Inmortal: Primeros Años. Una Vez Más

CAPÍTULO 1

"Si no conoces todavía la vida, ¿cómo puede ser posible conocer la muerte?"

Confucio (551 A.C - 478 A.C)

Nunca creí volver a ser el último ser vivo de otro mundo, lo bueno de todo esto es el volver a reencarnar en el siguiente mundo, un mundo sin que me estén cazando para experimentar conmigo, un mundo aburrido por unos cuantos miles de millones de años hasta que los primeros humanos empiecen a aparecer.

Esto ya es muy repetitivo y cansado, el vivir como "inmortal" vagando por todo el mundo, siendo que puedo morir, pero solo se siente como si hubiera dormido ocho horas, el ver como las personas mueren y el encontrarme con sus "reencarnaciones", estas no se ven, ni se sienten como reencarnaciones, simplemente son nuevas personas que no conocen absolutamente nada de su anterior vida, y son muy mínimas las personas que pueden tener una reencarnación en la cual conserven sus memorias en su nuevo cuerpo.

En todos estos mundos que he estado no cambian mucho siempre hacen las mismas idioteces para extinguir todos los seres vivos incluido su propia especie, lo único que cambio es en el tiempo en el que empezaron a desarrollar sus tecnologías, al igual que las personas que las desarrollaron, también las personas que provocaron las guerras cambian, así mismo las armas que utilizaban como armas blancas, de fuego, incluso hasta magia; inclusive hay mundos que se extinguen en menos tiempo que otros, en fin no falta más que unos segundos para que este mundo perezca y quede en el olvido.

Todo se volvió simple y absoluta obscuridad, no se veía nada, en poco menos de los dos minutos vi una luz, lo que muchos llamarían "la luz al final del túnel", empecé a ver el cielo azul con las hermosas nubes blancas, solo el ver esto me da gracia el como una sola especie pudo cambiar lo hermoso que era el mundo a uno donde el tan solo salir de tu hogar mueras por el aire toxico que se formó por exterminar lo único que les proporcionaba aire fresco, las plantas. En fin, solo soy un bebe en el suelo en medio de la nada sin poder moverme, solo esperando mi primera muerte de miles o millones en este mundo dependiendo cuanto sobreviva y mi suerte de reencarnar en una familia donde pueda sobrevivir.

Estando en el suelo giraba mi cabeza para ver qué es lo primero que se acercara a matarme, a lo cual por desgracia y obviedad era el inicio de los tiempos, no había animales en la tierra solo vegetación, así que tendré que esperar a morir lentamente de hambre y sed, se nota que no tengo suerte, pasaron alrededor de unas cuatro a seis horas para que la vegetación empezara a consumir mi primer cuerpo, no sé cuánto tiempo paso para morir nuevamente para así volver a estar en esa obscuridad para que dentro de quinientos años después volviera a "nacer" en medio de la nada, estuve muriendo de distintas formas millones de veces o más, la verdad quien quisiera contar sus muertes al saber que reencarnaras con tus conocimientos y "poderes".

Después de tantos eones y distintas muertes "nací", aunque solo aparezco de la nada ya que el "nacer" se entiende como si tuviera una madre y un padre siendo que no soy un humano solo y simplemente soy la misma y única reencarnación del ave Fénix que solo toma la apariencia de un humano con cabello blanco como la nieve y ojos rojos brillantes como rubís, muchos podrían confundirse que tengo albinismo, la cual no tengo; en fin aparecí en medio de un prado cerca de un poblado, así que espere a que alguna persona saliera a por recursos, ya sea agua, comida, vegetales o lo que sea, no tuve que esperar mucho, ya que salió un hombre del pueblo en dirección a mí, siendo que yo estoy en medio del camino del pueblo y el bosque.