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[El Comienzo]

Todavía recuerdo la primera vez que vi la Sociedad de la nieve, no quería verla, pero mí mejor amiga, Sofía, se había prácticamente obsesionado con la película. Al punto de verla 13 veces en dos semanas. Y para que mentir, cuándo la ví, comprendí todo, la trama era perfecta, y más porque era un acontecimiento real.

Aunque, con trama, quizas también me refería un poco a Enzo Vogrincic, actor del cual me habia enamorado perdidamente apenas vi dicha película.

Hoy se cumplía 1 mes del estreno, y los actores venían a Buenos Aires (Argentina) para una reunión con sus fans. La entrada habia salido $10.000 y me había costado un montón convencer a mis papás para que aceptaran pagarla, que a regañadientes terminaron aceptando, solo con la condición de que no me iban a dar mas plata de ahora en adelante.

Ahora, mi pieza era un desastre, ropa por todos lados, no tengo ni la menor idea de que ponerme. De pronto me acorde de un corset negro con tiras bien a los costados que me había comprado hace poco y nunca habia tenido la oportunidad de usar. Lo convine con un jean ancho y unos borcegos también color negro.

-Pedile un saludo a Matias de mi parte, por favor -La voz suplicante de mi mejor amiga sonaba al otro lado del teléfono mientras me "maquillaba".

En realidad solo me ponia un poco de gloss y rimel, mi cara no era nada sin esas dos cosas.

-Si tengo la oportunidad te lo pido, espero que no haya mucha gente -Le conteste- Y que la gente no sea ortiva.

-Jajaja, no creo ¿Igual que van a hacer? ¿Será como una entrevista?

-No tengo idea -Tome mi bolso y salí de mi pieza- Bueno Sofi, ya me voy. Te mantengo informada.

-Bueno, dale. Chauu -Escuche como me tiraba dos besos y corte.

Papá me estaba esperando en el auto, él me iba a llevar. Mamá se despidió de mi con un beso en la frente y por fin, con toda la emoción acumulada en el estómago, subí al coche.

-¿Donde queda? -Me pregunto papá.

-Te pase la dirección pa.

-Vos sabes que yo esas cosas no entiendo, Martina. Encima que te llevo, copera un poquito, poneme el GPS.

Rodee los ojos y agarre su celular, mi papá si entendia, no era un viejo de ochenta años, solo que su celular estaba roto y no andaba en táctil, por lo que se le dificultaba muchísimo usarlo. Pero para él todavía andaba, y comprar otro claramente no era una opción.

La mayoría del viaje, que duro solo 30 minutos me la pase escuchando Morat, mi banda favorita. Cuando por fin llegamos, me tome un momento de apreciar el lugar desde la ventanilla del auto. Era una casa enorme de color blanca y estaba llena de fan afuera.

-Bueno, a las 7 te paso a buscar -Me dijo cuando estaciono- Ya sabes, cuidate.

Sonreí y le dí un beso en la mejilla. Amaba como se preocupaba por mi.

-Si pa, nos vemos.

Mí papá y yo siempre tuvimos buena relación, ser hija única tenia sus privilegios y aunque aveces deseaba tener hermanos para poder jugar, fue algo que sufrí más cuando era chiquita. Ahora que ya soy un poco más grande me doy cuenta que es mejor ser solo yo, la princesa de papi y mami.

En la puerta de la enorme casa había un guardia controlando todo, me pregunto mis datos, le mostre el ticket virtual y luego de confirmar que no era ninguna estafa (Al parecer, habian intentado falsificar tickets para poder pasar) finalmente me dejo entrar.

Prohibido ~Enzo Vogrincic~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora