Ep. 8

187 19 13
                                    

Narra Zarina:

Después de ir al baño, regresé al lugar donde estaba antes y ví a la chica con la que había chocado accidentalmente unos instantes antes, estaba hablando animadamente con aquellos chicos. Me dirigí hacía su dirección con una leve sonrisa pasmada en mi rostro y abracé a Rodrigo por detrás.

— ¡Buu! — le dije al oído y él dió un pequeño saltito por el susto. — ¿Que onda? — sonreía al ver a aquel chico poner una mano en su pecho para calmar su respiración.

— ¡La concha de tu madre! — procesó bastante despacio lo que había sucedido. — ¡Casi me desmayo, pelotuda! — exageró pero aún así tenía una sonrisa en su cara. Los otros dos nos miraban como si esperaran a que nosotros  salgamos  de nuestro propio mundo.

—Perdón, no me presenté antes con vos.—
aclaré mi garganta antes de volver a hablar.—Soy Zarina, un gusto conocerte.—
me presenté y le estreché la mano. La chica me quedó viendo cómo si fuera un fantasma, pero, aún así, estrechó mi mano también.

S-soy... Soy Elizabeth. — titubeó y yo quedé estática ¿Será ella? Mi piel palideció y los otros dos chicos a nuestro lado nos miraban preocupados, claro, ambos más preocupados por la persona que era su acompañante.

— ¿E-elizabeth? — la miré, se veía exactamente igual a la pequeña Elizabeth de hace años. — ¿_____, Elizabeth, Ross, Martinez? — pregunté.

— ¿Zarina Zaazil Chable Castillo? — asentí levemente, aún no alcanzaba a procesar lo que estaba pensando. (Los nombres más random que se me han ocurrido) (Le puse mi apellido a una, wtf).

— ¿E-eres tú? — dijo Rodrigo tartamudeando, pues yo ya le había contado acerca de ella. Sin embargo, Iván nos miraba raro.

— ¿Ya se conocían? — cuestionó — ¿Cómo se conocieron? — las preguntas no paraban, cada uno hacía preguntas y todas ellas eran contestadas con otras preguntas, era un ambiente estresante, para todos, para estas cuatro personas, para Elizabeth, para Iván, para Rodrigo y para mí...

—  ¿Disfrutan de la fiesta? — otra voz interrumpió nuestra pequeña confusión.

— Ah... Padre, sí...— contestó aturdido Iván. — ¿Cierto, chicos? - nos miró a todos esperando una respuesta concreta por parte de todos

— ¿Ah? Si, si, claro. — se dignó a responder Elizabeth.

— Bastante, señor Fernández. — contestó Rodrigo con una sonrisa fingida.

— Sí, por supuesto. — dije de última, pues al parecer, yo era la que más exaltada estaba por la noticia de haber encontrado a Elizabeth.

— Me alegro... Iván, tenemos que hablar. — le susurró a Iván, algo que pude escuchar gracias a qué estaba cerca.

— En un momento voy... — susurró ahora Iván, luego nos dió una excusa para irse, los demás nos quedamos ahí  parados, nadie sabía que decir al respecto.








Narra Iván:

— Iván, tenemos que hablar... — me repitió mi padre después de haber llegado a un lugar más privado.

— ¿Qué sucede? — pregunté mientras lo miraba.

— ¿Te acuerdas de mi enemigo, el padre de tu amiguito? ¿Cómo se llamaba? ¿Quack? — cuestionó, yo rodé los ojos y lo corregí.

— El padre de Quackity ¿Qué tiene que ver? — él me miró serio y luego volteo a un lugar.

— Probablemente esté aquí, prepara tu arma mantente alerta, le debo algunas cositas y es muy probable que venga a cobrar.—  señaló a un hombre sentado en una esquina, se veía algo misterioso, era el padre de mi amigo.

♧︎︎︎ 𝑻𝒉𝒆 𝑴𝒂𝒏𝒊𝒂𝒄 ♧︎︎︎ (Spreen x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora