Caius es un adolescente que, debido al destino y la mala fortuna era deudor de una gran cantidad de dinero, cantidad que el mismo desconocía.
Tras que los malhechores se llevarán la vida de su hermano y hermanas y quedando solo, sin embargo este des...
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Un muchacho estaba caminando por las bulliciosas calles de Japon para poder llegar a su hogar después de un duro día de trabajo en el asilo, este día era algo especial ya que acababa de recibir su pago.
-¡Con esto podré pagar algo de la deuda y comprar comida para la cena!.- Se dijo a si mismo con entusiasmo.
Se apresuró para ir a la tienda más cercana y comprar un poco de alimentos, en poco tiempo regreso a su pequeña casa y ver a su hermano menor y a su hermanita pequeña.
-¡Linus, Iris! ¡Ya llegué!.-Entro por la puerta siendo recibido por un abrazo de su hermana pequeña.-holaa Iris.-Dijo con una sonrisa. -Caius,¿Ya te pagaron?.-Linus preguntó algo ansioso, a lo que Caius solo lo miro con una expresión sería. -"Hola hermano, ¿Cómo estás? ¿llegaste bien?".-Dijo sarcásticamente ante la pregunta de Linus, mientras dejaba a su hermanita y las pocas compras de comida.
Linus miró al mayor, así que empezó a contar que cuando estaba regresando de la escuela un Hombre misterioso estaba acechando a lo lejos, este no le tomó importancia ya que estaba con sus amigos y estos simplemente hacían bromas; nada importante. Unos minutos después este se encuentra completamente solo, disimuladamente miró para ver si el hombre no estaba ahí y efectivamente ahí seguía. Linus apresuró el paso para llegar rápidamente a su casa, en eso sintió como una mano lo jalaba violentamente para llevarlo a un callejón, el hombre sacó una navaja y en un tono amenazante dijo:
"Tienes dos opciones, Dame el dinero o mueres, no preguntes el porque simplemente hazlo".
Caius quedó paralizado del horror al escuchar tal escena que había vivido su hermano, se preguntaba a si mismo el ¿Cómo alguien le podría hacer eso a un menor de tan solo 14 años?¿De dónde venía tanta maldad?.
-¿No te hicieron daño?.-Caius se acercó a Linus para revisar que no tuviera alguna herida, a lo que Linus solo respondió un "no". -Que bueno que no te hicieron nada, para la próxima lleva algo filoso cada que salgas.-Caius se fue hacia la pequeña cocina para empezar a preparar la cena.-Tambien voy a acompañarte al entrar a la escuela y salir, no quiero que eso te vuelva a pasar. -¿Pero que no tienes que ir a Trabajar?. -Tengo el día libre, así que no hay mucho problema.
La noche había caído, el mayor de los 3 estaba preguntando a la más pequeña para llevarla a dormir, batalló en el proceso, pero con un cuento todo se arregló.
-Linus...¿Naiad no te ha dicho cuando va a llegar?. -No, no me ha dicho.
El mayor suspiro, se podía ver la preocupación en sus ojos, lo que le contó su Linus y que su otra hermana no llegara del trabajo lo carcomía por dentro.
-Oye...¿Te cuento algo que paso en el salón?.-El menor se dió cuenta de la preocupación de su hermano mayor, así que solo quería romper el hielo. -Ahora que verga hiciste. Posteriormente a esto, Linus empezó a contar una anécdota donde los protagonistas eran: una rata, pegamento, una escoba, entre otras cosas. Linus estaba contando la historia como si fuera la anécdota más graciosa del mundo, sin embargo, Caius lo miraba con ojos de horror por lo que estaba escuchando el mismo sabía que cuando era más joven hacía cosas peores, pero nada como lo que estaba escuchando.
-¿y al-al final que-que paso con la rata?. -Le dimos su santa sepultura.-Lo dijo como si le daba pena por lo que le hicieron a esa rata. -Te juro que no se si reírme o preocuparme.-Solto un suspiro.-¿Estás bien?. -Yo estoy exelente.-Despues de eso hubo un silencio sepulcral. -Ya mejor vete a dormir que ya casi son las 8pm y mañana hay escuela. -No te pases, apenas son las 7:05pm.- Linus protestó ante la orden de su hermano a lo que el mayor lo mando a callar y lo mando a dormir. -¡Y también reflexiona lo que hicieron con esa pobre rata!. -¡¿Eh?! ¡Tu hiciste cosas peores cuando tenías mi edad!. -En mi defensa, ¡el señor me quería asaltar! y yo no fuí quien lo amarró en el poste...yo solo me metí la escoba por el fundi-¡Bueno eso no importa!.
Después de esa breve "conversación", Linus se fue hacia el cuarto compartido hechando algunas risas por la confesión de su hermano mayor.
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