Sombras en la Niebla: El Misterio de la Mansión Abandonada

Capítulo 2: El Descubrimiento

Una vez dentro de la mansión abandonada, los amigos se encontraron inmersos en un mundo de oscuridad y misterio. El aire estaba cargado de un olor a humedad y polvo, y cada paso resonaba en el silencio sepulcral que rodeaba la casa. Con valentía, avanzaron hacia el corazón de la mansión, ansiosos por descubrir los secretos que aguardaban en su interior.

La luz del día apenas penetraba a través de las ventanas cubiertas de polvo, proyectando sombras fantasmales en las paredes descascaradas. Los amigos se detuvieron un momento, permitiendo que sus ojos se ajustaran a la penumbra y sus corazones se acostumbraran al palpitar del misterio que los rodeaba.

"¿Por dónde empezamos?", preguntó Elena, su voz apenas un susurro en el aire tenso.

"Vayamos hacia la izquierda", sugirió Alex, señalando un pasillo oscuro que se extendía ante ellos como una boca abierta, invitándolos a adentrarse en lo desconocido.

Con cautela, avanzaron por el pasillo, explorando cada habitación con atención meticulosa. Encontraron salones cubiertos de telarañas, con muebles cubiertos por sábanas polvorientas que parecían susurrar historias olvidadas. Marcos bromeaba para aligerar la tensión, pero su risa sonaba hueca en aquel lugar sombrío.

En una de las habitaciones, Sara descubrió un antiguo piano cubierto de polvo, con las teclas desgastadas y las cuerdas desafinadas. Con manos temblorosas, tocó una melodía que resonó en el vacío, enviando escalofríos por sus espaldas y haciendo eco en los rincones oscuros de la casa.

Mientras continuaban explorando, encontraron pistas intrigantes sobre el pasado de la mansión: fotografías antiguas, cartas amarillentas y objetos olvidados que parecían contener historias sin contar. Cada hallazgo alimentaba su curiosidad y avivaba el fuego de la aventura que habían emprendido.

Sin embargo, a medida que se adentraban más y más en la casa, la sensación de que no estaban solos se hizo más palpable. Un susurro apenas perceptible en el aire, un crujido en el suelo detrás de ellos... ¿Eran solo su imaginación o había algo más en aquella casa abandonada?

Con el corazón latiendo con fuerza y los sentidos alerta, los amigos continuaron explorando, sin saber que cada paso los acercaba un poco más al corazón del misterio que envolvía la mansión y a los peligros que acechaban en las sombras.