𝖒𝖎 𝖉𝖚𝖑𝖈𝖊𝖈𝖎𝖙𝖔 𝖋𝖆𝖛𝖔𝖗𝖎𝖙𝖔.

𝖊𝖑 𝖈𝖆𝖘𝖙𝖎𝖑𝖑𝖔.

Se acerco al balcón del castillo, observando el bullicio del mercado en el pueblo cercano. Desde su posición elevada, podía ver cómo la gente comerciaba e interactuaba pacíficamente, pero también percibía una tensión palpable en el aire. Las cosas en el castillo y en todo el planeta guerrero no estaban bien. La gente luchaba desesperadamente por la libertad de su mundo, mientras que las fuerzas opresoras ganaban terreno cada día.

Goku apoyó sus brazos en la barandilla del balcón y suspiró profundamente. Sabía que la situación era crítica, Con una última mirada al mercado, se alejó del balcón y regresó al interior del castillo. El contraste entre la vibrante vida del mercado. Caminó por el pasillo de piedra fría, sus pasos resonando en el silencio casi sepulcral del castillo. Las antorchas colgadas en las paredes emitían una luz tenue, creando sombras danzantes que parecían reflejar la incertidumbre de su situación.

Al llegar a una gran sala iluminada por la luz suave de las velas, Goku vio a la reina recostada en un diván, absorta en la lectura de un libro antiguo. La reina, una mujer de porte majestuoso y mirada serena, levantó la vista del libro al escuchar sus pasos. Sus ojos se encontraron, y en ese instante, Goku sintiendo su mirada agobiada y preocupada.

El acercándose con intriga y cautela, no queriendo interrumpir su lectura, observando mientras se acerca una herida en su pierna izquierda. En ese momento la reina cerrando el libro en su mano y dejándolo a su lado, miro a Goku con una leve sonrisa; representando su agotamiento pero también su intención de no lastimarlo

Veo que estas preocupada -dijo Goku levemente, finalmente tomando asiento a su lado, viendo de reojo el libro levemente intrigado.

Asistiendo así la reina, mientras parecida distraída jugando con sus dedos con el diván.

¿Que es eso que la preocupa? -interrogaba Goku con cautela.

Muchas cosas en verdad, pero primero lo primero mi nombre es Amelia y cual seria el nombre de nuestro visitante misterioso-preguntando Amelia mientras lo miraba.

Mi nombre es Son Goku pero todos me dicen solamente Goku cuales son? -respondió Goku

Bonito nombre, es la guerra por el planeta y su libertad, que esta cada día mas dura y nuestro enemigo avanza sin secar teniéndonos siempre atentos por sus ataques- Respondió Amalia con una voz que aunque tranquila, mostraba a su vez el duro peso que llevaba a sus espaldas.

Mirandola con respecto y admiración, el reconociendo la fortaleza y determinación en su ideal y compromiso con su planeta, habiendo peleado innumerables batalla en su vida y contando con una gran fuerza reconoció que no se podría ganar una guerra solamente con la fuerza, entendió el papel que ella cumplía estando como forro de unidad y esperanza por lo que luchan.

No importa cuan difícil parecencia la situación, siempre hay que luchar con valor noble. como lo es la libertad de todo un planeta -Exclamo con intención de alentarla con su optimismo

En medio de la conversación, un asistente entró a la habitación y se dirigió respetuosamente hacia la reina.

-Su Majestad, los invitados llegarán en poco tiempo -informó con una inclinación de cabeza.

La reina asintió, agradeciendo la información.

-Gracias. Antes de que te vayas, ¿podrías traerme un café con algo dulce? -pidió ella, su tono suave pero firme.

El asistente asintió de nuevo y salió en busca de lo solicitado. La puerta se cerró tras él, y el silencio volvió a envolver la habitación. Amelia miró su libro por un momento, como si estuviera tratando de encontrar consuelo en sus páginas. Goku, mientras tanto, observó los cuadros en la pared, pensando en las historias y los héroes retratados en ellos.