ֹ ☆ ࣭ 𝖳𝗐𝗈 𝖯𝗅𝖺𝗒𝖾𝗋𝗌 . 술,

01

Quien diría que alguien tan desagradable e insensible existiría en aquel mundo, no hay nada más que esperar de un lugar donde todo lo que sucede es totalmente distinto al mundo real.
Estaba seguro de que existían personas más desquiciadas que él, pero sin duda alguna, nunca nadie lograría llegar a ese punto de ser incluso repulsivo a simple vista.

- ¡Chishiya - Gritó una voz femenina al lado de Chishiya, parecía llevar tiempo intentando que dejara de sumergirse en sus pensamientos.

- ¿Qué? - Preguntó, el rubio giró a ver a la mujer que le acababa de gritar, de inmediato siendo llevado a mirar rastas de color marrón y traje de baño azul.

- ¿Qué tanto piensas? Te llame y ni siquiera dabas señales de estar vivo - Contestó. - Como sea, te quieren en la sala de ejecutivos ya mismo - Siguió la castaña, levantando su mano y llevando un cigarrillo a su boca, sin embargo nunca lo encendió, solo lo mantuvo allí.

- ¿Por qué? Si es que te lo dijeron - Replicó Chishiya, parecía irritado a la simple mención de ir a hablar con los ejecutivos.

- No lo sé, solo me pidieron que te diera el aviso - Refunfuñó Kuina, seguía molesta de tener que gritar a Chishiya para que le hiciera caso.

- Bien, allí estaré - Chishiya ignoró vilmente la clara molestia de Kuina y decidió largarse de allí, mientras más rápido llegará a esa sala más tiempo tendría para él.

Comenzó a caminar por los pasillos con calma, pasó por mucha gente haciendo muchas cosas: bebiendo, follando, en su mayoría follando. Tan temprano y ya estaban haciendo aquellas cosas, de verdad nunca perdían el tiempo allí, siguió en su marcha a aquel lugar, el olor a drogas y alcohol comenzaba a entrar por su nariz y comenzó a marearlo ligeramente, odiaba que hicieran eso cerca de la sala de ejecutivos, sinceramente siempre se la pasaba por allí, y era irritante tener que oler montones de sustancias y escuchar los sonidos pornográficos que hacían todos.
Por fin llegó, abrió la puerta con las dos manos sin antes suspirar sin ganas, al entrar, su mirada fue directamente a el.

- Hasta que por fin - Susurró Niragi al ver entrar a Chishiya, para su buena suerte tenían que estar allí los militares, no soportaba a Niragi, aunque tenía que fingir hacerlo ya que si no seguro sería jodido hasta morir por los militares.

- ¿Ya somos todos? Bien, daré inicio a la reunión - Dijo otro hombre en voz alta, estaba de espaldas pero era fácil reconocerlo, El sombrerero, parecía un tanto ¿irritado, molesto, angustiado? No lo sabía, no le veía la cara.

- ¿Quién conoce a estos dos? - Preguntó, hasta ese momento captó que habían dos personas más de las que deberían estar allí, cinco de espadas, imprudentes y un tanto fuertes, no se había aprendido sus nombres, no eran importantes.

Nadie dijo nada, Chishiya giró a mirar a Aguni, pues él y otro tipo habían estado en el mismo juego pero se la habían pasado ignorandolo constantemente.
No tenía más opción que revelar que los conocía, tarde o temprano lo descubrirían.

Aguni miró al rubio de reojo y de un momento a otro los dos levantaron sus manos, así, captando por fin la atención del sombrero, Chishiya descarto que estaba angustiado, parecía más alegre que nada.

- ¿Cómo? - Preguntó, parecía un interrogatorio estar allí en aquel momento.

- Cinco de espadas - Contestó el rubio, los dos pelinegros parecían estar realmente confundidos y asustados, aunque al ver a Chishiya parecía que se habían quedado más confusos al ver a alguien que "conocían".

- No tengo la menor idea de sus nombres, solamente nos vimos al rededor de 20 minutos antes de que el juego acabará - Explicó el joven y Aguni solo se quedaba allí parado, parecía que quería que Chishiya diera toda la explicación.