Project Zomboid - Brasas de un mundo frío (Oneshots)

Aves que hacen su nido en la carretera

La camioneta aceleró a 65 millas por hora en la carretera desolada. Un letrero abollado yacía en el suelo, hace tiempo ya derribado por otro auto. "Zona urbana a continuación, velocidad máxima: 40 millas por hora".

- Saca tus pies del tablero, por favor. - Le dijo la conductora a su copiloto. Su cabello se sacudía con el viento, y agradecía tener las gafas puestas. No solo porque sin ellas no podía ver, sino porque le servían para proteger sus ojos. - En caso de accidente, solo supone un riesgo para tu salud. - Miró a su amiga de reojo. Si pudiera, mantendría un ojo en la carretera y otro en ella. - Al menos el día de hoy estás usando el cinturón de seguridad.

- Es que me muero de aburrimiento. - Respondió la copiloto, su pelo corto recogido en un bollo, el puño en la mejilla mientras veía por la ventana. Granjas abandonadas pasaban a toda velocidad, graneros derruidos perdiéndose en la distancia. El auto desaceleró, yendo más despacio por esta zona semi - urbana. - La radio se murió hace dos meses, dejamos los libros en la casa número dos cuando pasó lo del microondas... ¡No hay nada qué hacer!

- Eso no es excusa. Muchos estudios confirman que una postura inadecuada al momento de accidente puede producir heridas graves, o incluso la muerte.

- Espero que eso no signifique que planeas descarrilar la camioneta. O sea, los autos ya no crecen en los árboles... - Dicho esto, bajó los pies del tablero - ... Es decir, ahora hay un montón de autos gratis. Pero casi ninguno como el nuestro, tan limpito y reluciente cuando lo encontramos.

- La probabilidad de encontrar un auto en prístinas condiciones es baja, sí. Aunque, teniendo en cuenta los muchos recursos en Louisville, el... - Se quedó callada un momento, y se movió incómodamente en su asiento. - Ah. Revisa el mapa, Samantha. Necesitaremos hacer una parada pronto.

- ¿Por? - Samantha bajó la mirada, viendo como su compañera se cruzaba de piernas - ... ¿Necesitas ir al baño? Solo... ve, ¿sabes? Detén el auto, saco la escopeta, y te cuido la espalda.

- Ciertamente, es lógico, sin embargo... - La conductora poco a poco detuvo el auto en medio de la carretera. A la distancia, todavía a algunos veinte minutos se veía un pequeño pueblo. - ... Preferiría que no me observes. Pequeños remanentes de las reglas sociales de nuestra vida anterior que debería dejar, es cierto, pero que se mantienen pegados a mi psique debido a años de refuerzo constante, claramente puestos-

- Okey okey okey, Claire, entendí. - Samantha soltó una pequeña carcajada, sonriendo mientras veía a su amiga - No hay quien te pare si te dejo empezar. Venga, vamos rápido. Me siento algo expuesta cuando estamos en la carretera.

Claire asintió. Dejó el auto en marcha por si necesitaban hacer un escape de emergencia. Aseguró su machete a su espalda, y abrieron las puertas del coche.

***

Claire se sentó en la orilla del lago. Todavía se escuchaban los pájaros. Se sacó los zapatos y los calcetines, y se lavó los pies con el agua fría. Volteó a ver a Samantha, quien estaba limpiando la sangre que estaba en el capó de la camioneta con una toalla y lejía. La fogata ardía con fuerza, una olla de estofado de conejo haciéndose, dejando escapar un aroma que abría el apetito. El día que Samantha había saqueado los condimentos de la tienda, Claire había protestado, arguyendo que su bajo valor nutricional no valía el bulto que harían en el maletero del auto. El buen olor de la comida le demostraba lo equivocada que estaba.

- ... ¿Cuál es el daño del auto? - Preguntó Claire tímidamente.

- Eh, algunas abolladuras en el capó. - Samantha se encogió de hombros - El vidrio del parabrisas se ha roto en esta esquina. Tenemos suerte que hayan rodado por encima en lugar de estamparse contra la ventana. Eso sí que hubiera dado problemas.