𝙇𝙞𝙩𝙩𝙡𝙚 𝙇𝙞𝙖𝙧 / 𝘼𝙙𝙖𝙢𝙨𝙖𝙥𝙥𝙡𝙚 (En proceso)

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙸𝙸𝙸

Se puede observar a un pelicastaño divagando por las calles si rumbo alguno pues este estaba sumergido en sus pensamientos, preguntándose mentalmente que es lo que hizo para merecer esto, nunca le hizo daño a nadie quien no lo mereciera, solo deseaba que esta pesadilla acabara que esto fuera un sueño, que se despertara en su cama como siempre, que Lute lo venga despertar a las seis y media de la mañana y el la mande a volar, como siempre pero no ya nada seria como siempre estaba atrapado en esta pesadilla que casualmente es ahora su realidad.

-mierda, mierda, MIERDA!- se repetida a si mismo mentalmente- porque a mi, que hice padre, que hice- dice lo ultimo de manera entristecida- solo quiero despertar y que todo sea como antes- expresa de forma afligida-

Ugh, no tengo ni un puto dólar, estoy pobre acá abajo- exclama irritado que finaliza en un suspiro-Tal vez podría recurrir a ese demonio polilla, pero me niego a ser esos papeles, me gusta cantar asique quizás pueda promocionar ropa blanca en las canciones- dice dudoso-

-COMO QUE NO ESTA MUERTO!-habla con un tono exasperado por la reciente confesión de la caníbal-

-Pues como usted ha oído, al parecer se le ha visto merodeando por los barrios caníbales- dice en un tono tranquilo-

-Última ubicación-

-Calle country 217-

-Bien, gracias- dice esto último es un suspiro y cuelga la llamada -Como por arte de magia el rey del infierno se teletransporta hacia el lugar mencionado por la rubia caníbal ─

- mierda, donde carajos estás- murmura con cierto enojo así mismo se percata de un pecador en particular pero este llevaba una camisa negra apretada con un corsé marcando su pequeña y notable cintura acompañado con unos lentes de sol en la cabeza, con aretes en forma de cruz, ciertas botas roqueras y como cereza al pastel unos pantalones apretados de los años 2000 - se acercó al demonio lo más que pudo tocándole el hombro espantando al contrario quien este dio un pequeño chillido