Cita... rara

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Había pasado un tiempo desde que Yugao salió del hospital, 2 días para ser exacto, y justo ahora, ésta linda pareja que no se habían despegado el uno del otro, y para ser mas precisos, en este momento se encontraban en casa de Yugao, algo muy común para ambos, de hecho, era raro desde que Naruto comenzó a ir a casa de su capitana, que el pasara tiempo en su propia casa, sin tomarle importancia a eso, simplemente se acurruco junto a su novia

-No sabía que eras tan pegadizo-, se burló Yugao mirando al que para ella parecía un "pequeño niño" abrazado a ella en su pecho, despegó su cabeza de sus suaves almohadas y la miró con molestia 

-¿Me voy?-, preguntó con fingida molestia pero el hecho de que aun estuviera pegado a ella le decía que definitivamente no lo haría

-Pareces un niño pequeño-, dijo simplemente y devolvió la cabeza de Naruto donde estaba, estuvieron un tiempo más así, dónde Yugao se sentía mas feliz de lo que lo había estado en muchísimos años, el simple hecho de estar junto a la persona que ama, o sentirse protegida en sus brazos sabiendo que sin importar que, el podría salvarla, esas pequeñas cosas fueron las que hicieron que se sintiera la mujer mas afortunada del mundo, miró hacía abajo y abrazó un poco mas a Naruto mientras recargaba su cabeza sobre los mechones rubios. El lindo momento en pareja fue interrumpido cuando una mujer escandalosa entró por la ventana gritando y haciendo alborotos, se detuvo cuando vio la figura de una de sus mejores amigas abrazada de un chico de pelo rubio, con ojos azules que la miraba irritado, volteo a ver a su mujer amiga con una cara muy confundida y solo logro ver su rostro avergonzado pero al mismo tiempo derrotado ante ella

-No deberías entrar así Anko, un día puedes ser inoportuna-, sus palabras fueron como un puñetazo en la mujer que pareció estar severamente herida y a punto de llorar

-Me llamas "Inoportuna" y me echas de tu casa por... por.. ¿un hombre?-, agachó la cabeza y pareció llorar, ambos shinobis ANBU pusieron los ojos en blanco y Naruto estaba por hablar cuando Anko se recuperó como si nada hubiese pasado 

-Te perdonaré sólo porque se ven adorables-, dijo con una sonrisa burlona, con la misma mirada de antes la miraron y esta vez habló Naruto

-¿Necesitas algo, Anko-san?-, la voz de Naruto hizo que Anko lo mirara y esta vez lo examinó profundamente antes de mirar a Yugao con una ceja alzada y una mirada muy burlona

-Vaya que te conseguiste uno muy joven, ¿no es cierto?- se rió sonrojando a Yugao, no le dió tiempo a contestar cuando Anko miró de nuevo a Naruto y contestó su pregunta 

-Vine a pasar un tiempo con mi amiga, después de todo, hace meses que no la veo, y,  oh, sorpresa, este pasando tiempo con su noviecito-, dijo burlonamente mirando ahora a Yugao que se escondió ligeramente tras Naruto, sonrió aún más ante esto y de repente una sonrisa malvada apareció en su rostro para ver qué tan seria iba Yugao con este niño, silvo Anko sorprendida como si acabara de recordar algo y miro al techo de Yugao sorprendida

-Nai-chan se enojara cuando se entere de que su amiga es una pervertida asaltacunas-, Yugao se vió severamente confundida por un segundo y recordó a su amiga Kurenai, miró a Naruto y luego a ella y por último se encogió de hombros dejando con la boca abierta a Anko 

-lo entenderá-, dijo sin importarle, Anko la miró muy sorprendida y luego al chico, sabía quien era, mierda, le parecía imposible que alguien no supiera quien era en todo el mundo shinobi, lo miró esperando algún tipo de reacción pero este simplemente se recostó donde estaba antes y cerró los ojos como si quisiera dormir 

-¿Qué hay de ti mocoso, no te quejaras cuando tus amigos hagan preguntas?-, Naruto se encogió de hombros y respondió todavía abrazado a Yugao y sin abrir los ojos

Entre Sombras y Esperanza: Seguir AdelanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora