Emocionada le abrí la puerta y le sonreí
—Viniste.— dije sonriente.
—¿Puedo pasar?— pregunta Glenn alzando una ceja.
Asentí y lo dejé pasar —rápido, arriba.— dije, mientras subíamos las escaleras en silencio deje que él entrara primero a mi cuarto y luego cerré la puerta, no cerré la puerta con seguro para que no malinterpretara las cosas, aún que vamos, todos sabemos que yo sí quiero que esas cosas que se pueden malinterpretar pasen.
—¿Quieres papas?— dice Glenn ya en mi cama —Obviamente, primero me pondré mi pijama.— dije sonriente, agarré la pijama y me metí al baño, aproveché, me enchine las pestañas y me puse gloss de fresa.
Salí del baño con la pijama, no era nada "sexy" era una pijama de unicornios larga y tapadora, pero era la única que tenía, lo que normalmente uso de pijama es una camiseta grande que probablemente antes era de un señor gordo de 40, y un short.
—Linda pijama.— dice Glenn desde mi cama.
Hice una sonrisa sarcástica y me senté en la cama, platicábamos mientras comíamos de la bolsa de papas, hasta que empezamos a hablar seriamente.
—Me gustaría que viviéramos juntos, no necesariamente solos pero juntos.— dice Glenn, la papa se me atoró unos segundos en la garganta y luego lo voltee a ver sonriente —Sabes que a mí también me encantaría.— dije.
—Pero no te mandas sola, tu mamá-
—Mi mamá no importa.— interrumpí —No le importó ¿crees que le importe que viva contigo? Para nada.—
—Katie tu mamá te ama.. lo que si es que Daryl, Daryl ni muerto lo permitiría.— dice Glenn.
Me mordí el labio y comencé a pensar, la verdad es que somos muy jóvenes, tengo 17 y el 22, pero no sabemos si vamos a vivir para mañana entonces tenemos que disfrutar nuestros momentos juntos.
—Creo que ya es hora de que le digamos a todos que andamos ¿Cómo es que viviremos juntos si no decimos la verdad?— dije seria. —quiero decirle a todos que somos novios Glenn, en serio no soporto esconderlo, estoy enamorada de ti desde que te conozco y todos se reían de mí o no me creían capaz pero ahora somos novios.. aún que bueno, mi madre y Daryl nos matarían a ambos.—
Glenn bajo la mirada y tragó saliva sin decir nada.
Sé que para él es difícil esto, y más después de lo que dijo Enid, que era un pedófilo, ambos sabemos que no es así, Glenn siempre me ha dado mi espacio y me ha respetado, es bastante dulce y nunca me a tocado.
—esperemos un poco, en unos meses te prometo que confirmaremos lo nuestro, luego.. viviremos juntos, te lo prometo.— contesta Glenn.
—Claro en unos meses.— dije mientras me limpiaba las manos y me acostaba dándole la espalda.
Glenn cerró la bolsa de papas, se limpió las manos y se acostó muy pegado a mi —No te pongas así, no te duermas enojada.— dice Glenn detrás de mí mientras me agarraba de la cintura y me empujaba hacia él desde atrás.
Sonrojada tratando de no sonreír me voltee a verlo y obviamente sonreí al ver su hermoso rostro.
Glenn me vio unos segundos y luego me dio un pico en los labios, mordí mis labios sonrojada y evité el contacto visual, nuestros cuerpos estaban pegados al igual que nuestras narices.
—Te sigues poniendo nerviosa, que linda eres.— dice Glenn susurrando.
—Cállate.— dije sonriendo.
Glenn sonrió y nos observamos por unos segundos sin decir nada —No puedo creer lo hermosa que eres.— dice, avergonzada me tape el rostro con la sábana.
Solo escuchaba la risa silenciosa de Glenn, bajé la sábana de mi rostro, le di un beso en cada cachete y luego en la boca para luego volverme a tapar con la sábana.
Glenn me quitó la sábana del rostro y luego me beso, normalmente nuestros besos eran solo picos, y los más avanzados eran picos largos, pero nada más, no pasaba de eso, pero ahora fue diferente, Glenn movía los labios, no era experta así que traté de seguirle el paso pero realmente no sabía cómo, Glenn durante el beso me agarró por la espalda acercándome aún más a él, mi corazón tenía el pulso acelerado, y mis mejillas estaban sumamente enrojecidas, no sabía dónde poner mis manos así que una la coloque en su pelo acariciandolo, el beso no paraba, Glenn cada vez me besaba con más intensidad, pero luego paró y tragó saliva, ambos quitamos las manos de ambos y luego Glenn rio —Tus labios saben a fresa.— dice sonriendo liberando la tensión.
Sonreí y me tape la cara con la sábana, otra vez.
—Vine a dormir contigo no con la sábana.— dice Glenn, me quité la sábana y sonreí, Glenn me vio y me dio un pico en los labios —Katie esto no puede pasar a más, tenemos un límite.— dice serio.
—Yo no quiero tener límites contigo Glenn.— dije seria
—descansa.— dice mientras me abrazaba ignorando lo que había dicho anteriormente.
