!La aventura volvió!

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Llegamos a Madrid y en cuanto bajamos del avión mi celular comenzó a vibrar de una manera sorprendente
— ¿Quien mierda te molesta tanto Aasher
—Noah... —me quedé observando el celular pues no sabía si contestar su llamada— ¡Ash! —aventé el celular al suelo con mucha fuerza para que se rompiera
— Que acabas de hacer
— No vine a España a estar estresada por Noah —camine a la salida
—A donde vas
— Al hotel, no planeabas quedarte en el aeropuerto a dormir o si?
— nonono

***

—No puedo comunicarme con ella
— Tal vez este dormida
—No es eso. Las llamadas no le entran
—Tal vez apagó el celular
— O me ha bloqueado, por qué no le marcas tú —cuando el compañero de Noah le marco a Aasher no le entró la llamada
—Tal vez apagó el celular Noah. No te estreses
— O tal vez ese número ya no exista, pon el equipo a trabajar, debemos encontrarla!

***

— ¡Buenos días Aasher!
—No hagas escándalo Leo
— Hay que salir a caminar, el día es perfecto
— Okey okey pero primero debemos desayunar
—Conozco un lugar perfecto para ir, yo invito
—Vale, iré a ducharme

Llegamos al restaurante y escogimos una mesa en la terraza, estaba muy linda la vista y la comida estaba muy rica

— Y cuál será nuestra primera aventura
—No lo sé, acabamos de llegar
—Debemos tener un buen comienzo
—No pensemos en eso ahora y mejor comamos

Todo el día estuvimos paseando por la ciudad y fuimos a comprarme un nuevo teléfono. Ya estaba anocheciendo cuando en una calle vimos un bar que nos llamo la atención así que decidimos entrar. El lugar era realmente grande, tenía musica agradable y muy buenas bebidas, me concentre en emborrachar lo más que se pudiera a Leo, la verdad estaba arta de él y planeaba aguantarlo más.

Eran alrededor de la 1:00 de la madrugada y nosotros estábamos caminando por un callejón oscuro, Leo estaba muy mal, ya no podía seguir caminando así que decidimos sentarnos en una banca que allí estaba.
—Cariño, estás muy mal
— Estás exagerando Aasher, debemos seguir
Intento levantarse pero no pudo— bby hay que quedarnos un rato aquí
—Okey Aasher
Me senté a su lado y recargue mi cabeza sobre su hombro mientras imaginaba las diferentes maneras para asesinarlo. De pronto Leo me tomo del mentón y me acerco para besarme desesperadamente, yo no me negué y seguí con el beso, el desespero se hacía más y más intenso, me acomodo sobre sus piernas y comenzó a besar mi cuello
—Leo estamos en la calle—dije con la respiración agitada—alguien podría vernos
—Tranquila nena, nadie nos vera —solto mientras desabrochaba mi blusa. No me excitaba el tener sexo con el, Me excitaba el imaginarme asesinarlo ahí, a medio callejón y dejarlo en la oscuridad. De pronto, como si de suerte se tratara Leo se desabrochó el pantalón y al momento de bajarlo una navaja callo de su bolsillo
—¿Por que traes una navaja en el bolsillo?
—Joder Aasher, no hagas preguntas ahora —Segui besándolo y poco a poco fui bajando hasta llegar a su abdomen. Mientras el echaba la cabeza hacia atrás yo aproveche para juntar la navaja y esconderla en mi pantalón —Joder Aasher —dijo en un gemido—me haces sentir tan bien —no me perdía de vista así que lo tomé del cabello haciendo que eche su cabeza hacia atrás.
—Solo disfruta baby —clave la navaja en su pecho y él soltó un grito desgarrador, sin sacar la navaja fui bajando hasta topar con su ombligo. Gritaba de dolor, se dejó caer y yo me subí encima, disfrutaba ver cómo se retorcía. En un movimiento brusco quedé debajo de el mientras toda la sangre caía sobre mi cuerpo
— ¡Maldita loca! Si yo muero tu te vienes conmigo. Sacó la navaja de su abdomen e intento clavarla en mi ojo, ya no tenía tanta fuerza por suerte, así que pude agarrar su mano para que no lo hiciera. El sabía que moriría, intento  hablar pero ya no pudo y cayó sobre mí.
Disfrute mucho esa escena y en cuestión de segundos me corrí por la excitación del momento

—Joder Leo

Me quite el cuerpo de encima y me levanté a ponerme la blusa, Después tome a Leo de las manos y como pude lo arrastre por todo el callejón. Después de mucho caminar llegué a una casa grandísima que al parecer estaba abandonada. Tenia un hueco así que me metí y ya cuando estaba dentro jale el cuerpo de Leo. Lo arrastre hasta el fondo de la casa y lo tiré a un agujero que allí había. Después salí y me quedé en el medio de la calle observando el hermoso camino de sangre que había dejado. Ya podía irme a descansar a casa

MY MURDERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora