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––¿Es una mosca?–– A Miguel le temblaba el ojo mientras veía a su pequeño hermano junto a sus amigos jugar con una mosca.

––¡Se llama serranita!–– Javier sonreía mientras saltaba en su lugar.

––¿Como domésticaron a una mosca?

––Gonzalo le salvó la vida. –– Andrés, quien estaba agachado junto a Gonzalo, sonrió.

Miguel suspiró para luego observar a los menores quién tenía las manos unidas, veía como ellos jugaba con la mosca con una felicidad.

––¿Saben que son demasiados niños para ser pareja?–– Javier le golpeó el hombro haciendo que Miguel se sobe con un puchero.

––Déjalos, se ven lindos juntos.

Andrés y Gonzalo se levantaron sin separar sus manos y miraron enojados a Miguel.

––No me miren así niños, yo soy mayor que ustedes, tengo 12 años.

––Ya cumplí 9 años, soy grande.–– Gonzalo le mostró la lengua al mayor y atrajo al menor a él y lo abrazó.––Andrés y yo nos vamos a casa a los 25 años ¿Cierto?

––Sii, y tendremos dos gatos.

Miguel sonrió mientras observaba a su hermano feliz con aquel chico quien gracias a Javier pudieron conocer. Es totalmente un ángel. Si no fuera por el Gonzalo nunca hubiera aprendido a interactuar con las personas.

––¡Hola, Hola!–– Los cuatros miraron adelante observando a Miguel y a otro chico que no conocen ir tomados de la mano. ––Les presento a Carlos, mi novio.

––Holaa.

––¡Es como Migue! También quiere ser cantante.

––¡Woah! Algún día podríamos cantar juntos. –– Miguel sonreía mientras observaba al nuevo del grupo.

––Me encanta la idea, haremos muchas colaboraciones.

Es cuando Carlos y Miguel se dieron cuenta de que encontraron a su mejor amigo.

––Gonzalo, tu hermano me quita a mi novio.

––Pero no se dará besito con él, se da besitos con Javi.–– Dijo Andrés con una sonrisa.

Miguel río por lo dicho, amaba convivir con esos dos niños. Amaba al hermano de Miguel y amaba a ese ángel que llego a alegrar sus días.

––Javier ¿Cómo conociste a Andrés?–– Preguntó siendo observado por todos sin ninguna excepción.

––Es mi vecino, sus padres pasan en viajes y nos piden que lo cuidemos. Y decidimos hacerlo cuando una vez salieron y dejaron solo a Andrés en la casa.

––¡Cómo pueden dejar a alguien tan lindo como Andy solito!

Gonzalo estaba enojado, no le agradaba la idea que tratarán de esa forma al pequeño quien él jura amar por hoy y para siempre.

––En fin, Gonzalo, hay que ir a casa, trae a tu mosca.

––¡Se llama serranita!

La mosca se posa en el hombro de Gonzalo haciendo que este suspiré.

––Adiós Andy.–– Gonzalo abrazo al menor y dejó un pequeño beso en su mejilla, el menor lo miraba sonrojado y con una sonrisa.

Los dos hermanos desaparecieron del lugar, dejando a todos los demás despidiéndose de él con una sonrisa.

(⁠ ⁠ꈍ⁠ᴗ⁠ꈍ⁠)

––¿Esos materiales no eran para el colegio?

–– Sí, pero estos me sobraron, y le estoy haciendo unas flores de papel a Andy.––Gonzalo estaba concentrado en lo que hacía.–– Mañana le diré que quiero ser su novio, como tú y Javier.

Fanboy | AU SpartorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora