capítulo 5

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Esto se sentía diferente, esa sonrisa era diferente, sus ojos tenían un brillo extraño. Fingí ignorar este sentimiento, ya que sentía que algo andaba mal pero me daba miedo saber que pasó, aún así le devolví el saludo con una sonrisa

"¿Dormiste bien?" Pregunté, él negó, supuse que no durmió y en ello se acerca a mi, por reflejo di un paso atrás, eso era más que nada por lo raro que se sentía el ambiente.

"Andrés..." ¿Andrés? O sea, se que es mi nombre, pero, no me gusta escucharlo de él, Gun solo debe llamarme con el apodo que me puso, o no sé, debo estar exagerando. Y al parecer se dió cuenta de eso, me miró con intriga, sus ojos tenían un brillo extraño.

"¿Pasó algo?" Preguntó, sólo negué. Fui al baño para lavarme la cara, cepillarme los dientes.

Caminé a la cocina, allí estaba Gun... me senté en la isla, la cabaña era bastante moderna, me gustaba, pero no perdía ese toque rústico. Me dió hambre así que me levanté, busqué algunos ingredientes y empecé a cocinar, gracias al cielo sabía hacer lo básico. Y dudo que la señal llegue hasta aquí.

Hice tostadas con huevo frito y jugo, le serví a Gun, él agradeció, hablamos un poco, cosa que hizo que me olvide del extraño brillo en sus ojos, ambos comimos bien, es decir, que ambos nos llenamos con lo que comimos, hasta que.

De un momento a otro, no sé cuándo exactamente, la bestia  Gun, me dejó arriba de la mesa, acostado allí, él tiró todos los platos. Sus fuertes manos agarraron ni cadera y me acercó a su entrepierna, pegando nuestros cuerpos. Su cara se acercó a la mía y sin decir una palabra comenzó a besarme. Quedé shockeado, no sabía que hacer. Correspondí su beso, dejé que la lujuria me guiará en este momento.

Pasé mis manos por su cuello pero enseguida las quitó. Rompió un pedazo de mantel y ató mis manos y las dejó por arriba de mi cabeza. También arrancó mi remera.

"Lo siento, Andrés, no vas a moverte" Dijo, su voz se oía más ronca de lo normal.

Sus besos bajaron por mi cuello dejando rastro de chupetones y leves mordidas.  Sus manos bajaron al cierre y botones de mi pantalón, en un instante me lo sacó.

Quedé con solo mi bóxer ante él, bueno, ya ni eso porque también me lo arrancó, Gun estaba diferente, no me preguntaba si podía o si estaba bien, eso era raro...

No se en que momento sacó su miembro, pero ¡madre santa! Esa cosa era enorme

"Eso no va a-" no pude terminar de hablar cuando de una estoncada la metió, grité y lloré por el dolor, después de todo no estoy acostumbrado a ese gran tamaño. Quise taparme la boca y no pude, seguían atadas.

Gun se acercó a mí y besó cada parte de mi cuerpo con ternura, y estuvo un rato así hasta que se me pasó el dolor. Apenas se me pasó e hice un movimiento con mi cadera para continuar con esto, él comenzó con su vaivén.

Gemí, y lloré un poco, mis manos necesitaban rasguñar algo, esto era una tortura, pero me gustaba. Y amé más cuando una de sus manos me ahorcó levemente.

Mis ojos estaban en blanco, saliva corría por la comisura de mis labios, mi respiración era agitada, el miembro de Gun se veía cada vez que penetraba, esto era muy... bueno.

De vez en cuando gemía su nombre y eso causaba que él empezará a ir super rápido y me diera más fuerte.

Calculale que empezamos tipo 10 de la noche, no recuerdo bien. Terminamos a las 4 de la mañana, va él terminó a esa hora, perdí la conciencia a las 12.

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Cuando recuperé la conciencia Gun no estaba a mi lado, supuse que estaría en el baño o en la cocina, así que agarré la primera camisa que encontré y me la puse, junto a un bóxer. Caminé al baño y no estaba, fui a la cocina y tampoco estaba, ni en la sala de estar y mucho menos en los alrededores...

Gun.....

Me abandonó.





































La bestia del puebloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora