𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 3

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"¿No te parece poco que solo seamos tres en primer año?" pregunta Itadori comiendo un helado estando apoyado sobre una barandilla, esperando a su maestro junto a Fushiguro.

"¿Conoces a otras personas que pueden ver maldiciones?" le responde Fushiguro con obviedad, ya que Yuji no le pudo contestar a esa pregunta "Los hechiceros somos una minoría"

"¿Y no me habían dicho que yo era el tercero?"

"Su ingreso se decidió hace bastante tiempo, así funciona nuestra escuela. Está llena de casos especiales" responde Fushiguro.

"Ya llegué" gritó Gojo, levantando la mano al acercarseles "Oh, y veo que tu uniforme llegó a tiempo" dijo refiriéndose a Itadori.

"Sí, me queda perfecto. Pero no es idéntico al de Fushiguro, este tiene capucha"

"Es porque puedes solicitar todo tipo de cambios" explicó sin inmutarse, sonriendo.

"Pero yo no pedí nada" dijo extrañado.

"Eso es porque el que solicitó los cambios fui yo" volvió a explicar sin inmutarse, sonriendo.

"Tampoco está mal..." dice viéndose a sí mismo.

"Ten cuidado, el profesor Gojo tiende a hacer las cosas así" le advierte "Por cierto, ¿por qué nos reunimos en Harajuku?" le pregunta al albino.

"Porque ella nos lo pidió" dice Satoru, mientras comenzaban a caminar.

"¡Hay palomitas! ¡Quiero!" diría Yuji al ver un puesto.

Mientras tanto

"Hola, ¿estás trabajando ahora mismo?" pregunta un señor trejeado hacia una joven que caminaba por el lugar.

"No, ¿por?" responde mientras sigue su camino, mostrando nulo interés en el hombre.

"Es que estoy buscando posibles modelos" responde siguiéndole la caminata "Aquí está mi tarjeta"

"Tengo prisa" le dijo dejandolo atrás.

"¡Al menos escúchame!" rogó, pero vería en su sitio como la mujer se iba.

"Oye, tú" escuchó el hombre trajeado y sentiría una mano sobre su hombro "¿Que hay de mí?" al voltearse, vió a la chica que le estaba hablando.

"¡¿Ella?!" fue lo primero que pensó, teniendo una cara de terror.

"Hablo de modelaje" le dijo cruzándose de brazos "¿Qué te parece alguien como yo?" diría la pelicastaña aún de brazos cruzados.

"Disculpa, pero tengo prisa..." dijo el hombre y comenzó a caminar, pero sería retenido de un tirón por la chica ahora estando ella enojada.

"¡Ven para acá! No huyas, dímelo de frente"

"¡Ven para acá! No huyas, dímelo de frente"

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꧁𝕃𝕒 𝕞𝕒𝕝𝕕𝕚𝕔𝕚𝕠𝕟 𝕕𝕖 𝕐𝕦𝕛𝕚 𝕀𝕥𝕒𝕕𝕠𝕣𝕚꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora