Chemistry

06

—No me gusta.

—A ti no te gusta nadie nunca, a veces no sé ni porque yo te gustó Kim. — alegó Felix mientras rodaba los ojos y empezaba a vaciar su mochila, la cual se encontraba llena de sus cosas de baile.

—Esta vez es diferente, no son celos, bueno no solo celos — admitió Seungmin cuando el pelirosa enarcó una ceja mirando en su dirección— Ese chico esconde algo, su mirada es demasiado oscura y sus acciones parecen casuales, pero siento que que todo lo tiene calculado.

Lee solo bufó divertido por las ideas paranoicas de este y siguió colocando sus cosas, a la vez que intentaba ignorar los pucheros del menor sin éxito. Así que dejo la mochila con la ropa restante en la mesa del escritorio, acercándose al contrario y sentándose en su regazo mientras acunaba sus redondas y suaves mejillas.

—Deberias dejar de estar alertamente  paranoico todo el tiempo y responderme.

—¿Responderte? — Kim no entendía a qué se refería este, así que abrió los ojos que se habían cerrado automáticamente al sentir como los tiernos dedos de Felix acariciaban su cara.

—No me has dicho porque te gustó, cachorrito.

Relajándose más todavía el peligris rodeó la cintura del mayor con sus largos brazos, a la vez que escondía su nariz en el hueco de su cuello aspirando profundamente el olor del contrario.

—Es sencillo, me gustas porque eres Lee Felix.

—Aish, lo digo enserio Kim Seungmin, no bromeo.

—Yo tampoco, me gustas, porque me encanta la forma que iluminas una habitación nada más entrar, lo ronco de tu voz por las mañanas, la galaxia de pecas que cubren tu dulce rostro y que jamás me cansaré de contar.

El mejor iba a seguir hablando, no obstante Felix levanto su cabeza con delicadeza y corto sus palabras con un dulce beso y sin darle ninguna explicación fue él quien se escondió en el cuello contrario.

—Si hubiera sabido que responderte te pondría así lo hubiera hecho mucho antes, eres tan dulce Lee Felix.

—Kim Seungmin, cállate.

—En realidad preferiría que tú me callaras.

Después de un leve manotazo y falsos quejidos de dolor los dos enamorados continuaron con una sesión de besos, los cuales empezaron tiernos y amorosos, pero se empezaron a tornar intensos y profundos.

Se trasladaron a la cama con Felix envolviendo sus torneadas piernas en la fina cintura contraria. Las lenguas jugueteaban, succionaban y lamían la contraria, los labios eran mordidos y maltratados de la mejor de las formas. La ropa también empezó a escasear, pero los chasquidos, gemidos y las pieles rozándose aumentaron al igual que la temperatura de la habitación.

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Lo dejo hasta aquí, porque no soy muy bueno escribiendo escenas explícitas y también quería dejar decidir si quieres que intente hacer la continuación de este en el próximo cap o si así está bien y seguimos directamente con capítulos de trama.

Me gustaría bastante saber vuestra opinión, buen eso sí hay alguien aún interesado en esta historia.