(Pausa.) El viaje de Naruto Uzumaki en un camino de autovalidacion y arrogancia.

Capitulo 7

Los personajes de esta historia no me pertenecen le pertenecen a Masashi Kishimoto.

Capitulo siete, El viaje de Naruto Uzumaki en Un camino de autovalidación y arrogancia.

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Ubicación: país de las olas.

El sol de la mañana filtraba a través de las hojas de los árboles, pintando el bosque del país de las olas con tonos dorados y verdes. Naruto, con su cabello rojo brillando bajo la luz del sol, parecía una obra de arte natural mientras descansaba pacíficamente entre la naturaleza.

Mientras tanto, una figura misteriosa se acercaba sigilosamente entre los árboles, cautelosa de no perturbar la tranquilidad del joven durmiente.
Con suaves pasos apenas audibles sobre el suelo cubierto de hojas secas. Con gracia y determinación, la figura se movía entre los árboles, sus ojos escrutando atentamente el entorno en busca de las hierbas medicinales que necesitaba.

Finalmente, la figura se detuvo al borde del claro donde descansaba Naruto, su mirada se posó en él con fascinación y curiosidad. Observó cómo la luz del sol acariciaba su rostro, resaltando los rasgos suaves y la belleza serena de su expresión mientras dormía.

La joven mujer permaneció allí por un momento, cautivada por la imagen del joven pelirrojo descansando en la tranquilidad del bosque.

Al acercarse, la figura se detuvo abruptamente al darse cuenta de quién era el durmiente. Lo Reconoció como uno de los ninjas que protegían a su objetivo, era su enemigo, pero en lugar de sentir hostilidad, se vio cautivada por su belleza. El resplandor del sol sobre su piel, sus mechones de cabello rojo ondeando suavemente con la brisa, todo ello creaba una imagen de serenidad y gracia que la dejaba sin aliento.

La figura femenina observaba con cautela a Naruto, sintiendo una mezcla de curiosidad y preocupación. Sabía que dejarlo dormir en el bosque podría hacerlo vulnerable a los ataques y, posiblemente, enfermarlo. Con un suspiro, decidió que era su deber despertarlo y asegurarse de que estuviera a salvo, eran enemigos, pero ella no tenía nada en contra de Naruto, era una lastima que en este mundo tuvieras que hacer esto para sobrevivir.

Con movimientos suaves, la figura femenina se inclinó sobre Naruto y le tocó suavemente el hombro. "Despierte", susurró con voz suave pero firme, intentando despertarlo sin alarmarlo. "Debes despertar. No es seguro dormir aquí. Puedes resfriarte".

Naruto, sintiendo el toque suave, parpadeó lentamente y abrió los ojos, encontrándose con la mirada preocupada de la figura desconocida.

"¿Quién eres tú?", preguntó Naruto, observando a la joven frente a él, una joven de una belleza etérea y casi sobrenatural. Su piel era pálida como la nieve recién caída, suave y delicada al tacto, como si estuviera bañada por la luz de la luna. Sus ojos marrones, profundos, reflejaban una mezcla de gentileza, irradiando una calidez reconfortante a todos los que se encontraban con su mirada.

Su cabello negro azabache caía en suaves mechones que enmarcaban su rostro, aportando un contraste elegante con la palidez de su tez.

Ella se encontraba Vestida con un kimono de seda impecablemente confeccionado de color rosa, El suave tejido se adhería a su figura femenina con gracia y elegancia, realzando cada curva con una delicadeza, Cada pliegue y doblez del kimono parecía estar cuidadosamente diseñado para resaltar su feminidad y su gracia, creando una impresión de refinamiento y sofisticación.