Esta historia inspirada en bts es un relato de amor adolescente que explora la lucha interna y externa de Yeon Woo y el amor incondicional de Tyler.
A lo largo de esta emotiva historia de romance y superación nuestros personajes principales enfren...
-Si llamas...mi futuro se volverá una mierda Nunca podré pagar una buena universidad además no pueden obligar a mi padre a hacer nada, él se lavaría las manos como siempre Tyler estaba llorando, sentía una mezcla de pena y odio por el padre de Yeon
-No llores más ty... -no puedo...me duele verte así -tranquilo, en 3 meses terminaremos toda esta tortura y me podré largar tranquilo...es lo que más espero...si quieres puedes venir conmigo -sabes que no puedo Yeon dijo ty secándose sus lágrimas sabes que no puedo dejarla...
-Vamos, Tyler, ven conmigo... -dijo en un tono coqueto mientras se acercaba, su voz envuelta en un ligero murmullo de la noche- ¿cómo diablos es que hueles tan bien? Yeonwoo se aproximó al cuello de Tyler con una mezcla de curiosidad y deseo, dejando leves besos que apenas rozaban su piel.
- ¡YEONWOO, BASTA! -exclamó con firmeza, sintiendo la embriaguez emanando del otro- ESTÁS MUY BORRACHO. -con un suspiro entrecortado- Solo quiero probar esos suaves labios por última vez antes de irme. -con una mezcla de confusión y preocupación- ¡QUÉ COSA! ¡YEON, BASTA! NO ESTÁS PENSANDO BIEN... Nosotros... sabes que nosotros no podemos hacer esto, ¿verdad, Yeon?Yeon, vencido por el cansancio y la influencia del alcohol, cayó rendido encima de Tyler, cediendo finalmente al sueño. Tyler, sintiéndose atrapado entre el deseo y la lealtad, lo cubrió con una manta y se quedó contemplando el techo, sumido en un mar de pensamientos y emociones encontradas, hasta que finalmente el agotamiento lo venció y se sumió en el sueño junto a Yeon.
Al día siguiente, la alarma sonó a las 6 de la mañana, recordando a ambos jóvenes que la rutina escolar aguardaba. El destello de luz que se filtraba por la ventana apenas iluminaba la habitación, creando una atmósfera sombría que contrastaba con la necesidad de despertar y enfrentar el día.
"Mmp... Tyler?" murmuró Yeon, aún entre los retazos del sueño, su voz apenas un susurro en la quietud de la mañana.
"¿Tyler? ¡¿QUÉ DIABLOS HAGO AQUÍ?!" Exclamó Yeon, despertando de golpe y dando un salto de la cama que terminó en un desafortunado encuentro con el suelo. El sonido de su caída resonó en la habitación, rompiendo el silencio de la mañana con un estruendo repentino.
"Yeon, ¿qué te sucedió ayer para que estés en ese estado?" preguntó Tyler, su tono teñido de preocupación por la inesperada reacción de su amigo. Observó con atención a Yeon, tratando de discernir algún indicio en su expresión o comportamiento que pudiera explicar su desconcierto.
"Mierda, me olvidé por completo de los chicos", respondió Yeon, su voz cargada de frustración mientras su mente se apresuraba en recordar los compromisos pendientes. Una mirada de angustia cruzó su rostro mientras se daba cuenta del descuido que había cometido, y la urgencia por enmendarlo lo impulsó a levantarse con rapidez.
"¡YEON!" Tyler exclamó, tratando de llamar la atención del otro antes de que desapareciera de nuevo en su propio mundo. Se sentía intrigado por la respuesta evasiva de su amigo, pero decidió no presionarlo más en ese momento, sabiendo que la prioridad era resolver la situación actual.
"Ay, escucha, Ty... Ahora tengo que irme antes de que mis padres noten mi ausencia", dijo Yeon con prisa, mientras se apresuraba a reunir sus cosas y prepararse para partir. "Luego te explico, ¿sí? Oh, y casi lo olvidaba, mi teléfono se rompió, así que no puedes mandarme mensajes ni llamarme hasta que lo arregle", agregó, antes de desaparecer por la ventana con la misma rapidez con la que había llegado, dejando a Tyler sumido en un mar de preguntas sin respuestas y una sensación de inquietud que lo acompañaría durante el resto del día.
