Una historia homosexual con la peculiaridad de ambos polos. Que por suerte o casualidad, el destino los Junta, pero ¡oh no! un objeto de alto valor fue robado y tendrán que buscarlo en una aventura que parece interminable, pero algo era seguro, que...
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El príncipe aún estaba con el corazón acelerado. Todo su mundo se paró en un par de segundos ¿y ahora que haría? Todo un escándalo que armó en ése momento. Los paparazzis comenzaron a documentar todo y el príncipe junto a las demás personas de la Asamblea General, decidieron cancelar el evento.
El príncipe rápidamente entró al carruaje junto a Elbert.
-¿Pero qué demonios?- dijo el pelirrojo confuso.
-Tú y yo tenemos mucho de qué conversar.- actuó Harry molesto y enfadado con él.
-¿Y yo que he hecho?- preguntó alzando la ceja.
-No seas mentiroso, tengo la sospecha de que fuiste tú. -gruñó sin más preámbulos.
-¿Qué? ¡Pero si yo no fuí! ¿Me estás tomando el pelo? - reclamó Elbert de manera brusca.
-Éso ya lo averiguaremos en el castillo. Ahora, cállate y finge ser el supuesto "hijo del duque".- habló Harry entre comillas. El rubio aún sospecha de que el pelirrojo sea el culpable por su mala fama de ser un ladrón callejero.
"¿Que mierda?" Éso era lo que pensaba Elbert. Cada vez más confuso y con más intriga. Si él no robó la corona, entonces, ¿Quién fué?..
Llegaron al castillo, Harry azotó la puerta estando muy irascible. Estaba tan enfadado y tan nervioso que no se podía calmar con facilidad. Solamente se encerró en su habitación para calmar sus nervios y tratar de pensar.
Mientras tanto Elbert estaba recostado en la puerta fuera de la habitación de Harry, suspirando angustiado al no poder ayudarlo.
-Oye, Harry. Te juro que yo no fuí ¿que tengo que hacer para que me creas?- dijo sintiéndose un poco agobiado. Era la primera vez que se sentía culpable, pero ¿porqué?
Harry suspira y abre la puerta -Mejor entra antes de que cambie de opinión- dijo con una ceja alzada, dejando pasar al pobre pelirrojo.
-Muy bien, si no fuiste tú , entonces ¿quién?- le pareció un misterio, ya que la taza de robos en la ciudad fué disminuyendo desde hace 6 años. Los delitos por robos ya no eran frecuentes, pero aún así era extraño.
-Ni jodida idea, solamente puedo asegurar que no fuí yo- Elbert levantó las manos en signo de negación.
-Ya sé, imbécil. Si sigues así, lo más probable es que te arreste por sospechoso- dijo Harry con una mirada fulminante.
-Bien, bien. Mejor me callo, Ash ¿desde cuando la realeza es tan amargada? ¿No que los lujos traían felicidad?- Elbert era muy poco empático con el tema de la realeza, siempre envidio lo que tenían, al parecer tiene algo que ver con su pasado.
-Elbert, no todo lo que brilla es oro- respondió Harry con ésa típica frase textuales y de reflexiones cotidianas. Al parecer ambos estaban en un desacuerdo, uno sospechaba del otro, mientras que el contrario lo negaba todo.
