El llavero.

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La pequeña __ camina por el parque que se encuentra a una corta caminata de su casa, pero tus rápidos pasos comenzaron a ser perezosos al escuchar suaves sollozos provenientes de una persona, tú primero comenzaste a mirar tu alrededor con algo de miedo, temias que fuera la llorona, pero algo andaba mal, parecían de hombre o mejor dicho, un niño, así que tú con rapidez caminaste hasta detenerte en seco cuando tus ojos captaron a un niño sentado en un columpio, sus lágrimas caían tan descontroladamente, su tristeza se transmite de una forma asombrosa, y tú sin pensarlo corriste solo para detenerte a unos centímetros ya que el te lanzó una mirada para nada amigable, era como la de un asesino en serie, pero aún así volviste a dar dos pasos para abrazarlo de una buena vez, sentiste el como el se estremeció ante el raro acto.

El abrazo duro unos cortos minutos, aunque aya parecido una eternidad, así que cuando te separaste viste como aún caían sus lágrimas, pero con un toque diferente, ahora la salada tristeza se transformó en una dulce felicidad. Él rápidamente se seco las lágrimas con la luna de acompañante y testigo, en ese mismo momento miraste sus hermosos cabellos albinos.

-Oye...

Miraste los ojos del albino al escucharlo. Estabas segura de que has hecho algo bueno, ya que tu madre te había dicho que cuando el corazón de una alma triste se cura con un abrazo que transmite felicidad pura, así que está bien, el no te iba a regañar, al menos eso esperabas.

-¿Si?

Te asustaste un poco al ver su mano acercándose a ti, así que retrocediste, el te miro con un poco de curiosidad y soltó una pequeña risa.

-Ven, no te voy hacer daño.

Dijo para volver acercar su mano a ti, pero con la diferencia de que tú ya no retrocediste, entonces sentiste que el empezó a acariciar tu cabeza de una linda y dulce manera, despeinando tu cabello en el proceso. Te acaricio por un tiempo y paró para preguntar algo.

-¿Cuál es tu nombre?

Dijo él con una sonrisa.

-Ah, bueno, me llamo __ T/²N.

-Entiendo, nadie te llama T/²N, ¿Verdad?

Asentiste.

-¡Perfecto!, solo yo puedo llamarte T/²N, ¿Bien?

-Si.

-Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?

-Yo me llamo -

Empieza a sonar la alarma haciendo que empieces a moverte en la cama de derecha a izquierda y así sucesivamente.

- ¡Ya levántate __!

Gritó tu madre detrás de la puerta de tu habitación.

-Ahora, ahora...

Hablaste un poco adormilada.

-¡Ya me tengo ir __, me hice tarde para el trabajo, te deje tu desayuno en la cocina, no tuve el tiempo para servirte!, ¡Nos vemos!

Esas fueron las últimas palabras de tu madre para irse embalada a su trabajo.

-Ni siquiera me dió el tiempo para que me despida.

Suspiraste y te estiraste para proceder a levantarte de tú cama.

-Mejor me apuro, no será que llegue tarde como siempre.

Comenzaste a levantarte de la cama para cambiarte la ropa, al terminar desayunaste viendo programa de TV.

-Nunca hay nada bueno que ver...

Comenzaste a caminar hacía el baño, pero a medio camino te tropiezas con una zapatilla de tu hermano mayor.

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⏰ Última actualización: Jun 23 ⏰

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