Dick Grayson
Su cuerpo estaba en calma, siendo movido sutilmente por las olas del amplio mar. Sus ojos se encontraban entre abiertos, observando el extenso azul que le cubría por completo.
Su cuerpo ascendió por completo, rompiendo la serenidad que cubría el mar. Abrió sus ojos por completo, contemplando el cielo estrellado. Parpadeo continuas veces y pasó su mano a su pecho, tratando de regularizar su respiración.
Observo que su cuerpo yacía en el aire, como si volara, porque de verdad lo hacía. La distancia entre sus pies y el agua era notable, eso hizo que se asustara un poco.
"¿Qué me esta pasando?" Pensó el joven, aunque su cuerpo dejó de volar, dejándolo caer de espalda al agua. Cerró los ojos con fuerza, esperando el golpe que no llegó.
Al abrir sus ojos, notó como una parte del agua le sostenía, evitando que cayera de picada en el agua.-Vaya... gracias, supongo.
Esa parte lo llevo a tierra firme, dejándolo en la arena. Dick miraba como el agua se volvía una con el resto, siendo lo que era una parte del Océano.
Miró sus manos, aquellas tenían un brillo extraño en el lugar donde se suponía estaban sus venas. Pasó una mano por su rostro, más un golpe de agua no tardó en llegar a la misma zona.
Sacudió su cabeza, dirigiendo de nuevo su mirada hacia el océano. Levantó su mano, viendo como el agua seguía su movimiento. Frunció su ceño, que le estaba sucediendo?. Movió su dedo en un remolino, el movimiento no tardó en copiarse en el agua.
Sonrió viendo que el agua copiaba sus acciones. Escucho las voces de personas, se giro hacia el lugar de donde provenía el sonido y logró ver unas clases de seres observándolo, quienes le saludaron con la mano. Dick sonrió y devolvió el saludo, caminando hacia ellos.
Jason Todd
Oscuridad.
Eso era lo que persivia el joven, pues claramente sus ojos estaban cerrados. Empezó a abrirlos lentamente cuando sintió leves roces en su rostro, al abrirlos observo como estaba recostado bajo un árbol de cerezo, el cual sus hojas caían una por una, dándole leves toques.Llevo su mano a su cabeza, tenía un leve dolor en esta pero no tardó mucho en desaparecer. Se apoyo en la base del árbol, acomodándose para mejor comodidad.
Notó que había un pequeño olor a ¿quemado? Dirigió su mirada hacia sus manos, notando que estaban quemando las pequeñas hojas del árbol. Se levanto asustado y cerro sus puños, haciendo que se apagara de golpe el pequeño incendio.
-¿Qué carajos?- Murmuró, analizando con más detenimiento sus manos, eran extrañas. En sus muñecas parecían que hubieran caminos de lava, que se hacían más brillantes en los caminos hacia sus dedos.
Caminaba por los senderos del Bosque, viendo como sus manos desprendían pequeños caminos de fuego. No recordaba muchas cosas, no sabía como había llegado a ese bosque, tampoco es que le importara mucho.
Intento de nuevo, abriendo su puño, notando como una pequeña flama se instalaba en su mano. Hizo lo mismo con su otra mano, viendo como dos llamas danzantes aparecían. Sonrió ante el calor abrazador en sus manos.
Aunque se dispararon de golpe, haciéndole salir disparado de la zona de árboles, dejandole casi tocar las nubes. Jason sonrió al sentir el viento golpeando su rostro, y como ese calor crecía dentro de él.
No tardó mucho en volver a tierra pues le pareció ver algo brillante, algo que lo llamaba.
Tim Drake
Estaba despierto pero se sentia fuera de sí, escuchando un ligero "tic tac" constante, que se mantenía a su ritmo habitual. Sobo sus ojos, tratando de mantenerse centrado.
-¿De donde viene ese sonido?- Murmuró fastidiado, poniéndose de pie, decidido a buscar de donde provenía aquel sonido ya irritante para sus oídos.
La estructura del lugar parecía ser antigua, como un templo. Se apoyaba en las paredes, tratando de establecer su estabilidad al caminar. Se sentia ligero, le parecía muy extraño.
Al salir del Templo, logró observar sus al rededores, el amplio océano, un bello bosque y el Páramo lleno de sus criaturas maravillosas. La brisa era agradable, aunque empezó a molestarle en su cabello.
Posó sus manos frente a su cara, notando que el aire paro de golpe. Notó que el aire seguía pasando pero no le golpeaba, sonrió un poco.
-Veamos...- Con sus dos manos formó un pequeño círculo, donde el aire seguía el mismo camino que sus manos. Dejando la forma muy perfecta de un circulo- Increíble.
El sonido se hizo presente de nuevo, haciéndole girar sobre sus talones. Un pequeño y brillante reloj de arena se colgó en cuello, dejandole apreciar la arena dorada.
Damián Wayne
El chico caminaba, observando la naturaleza y los animales que habían en es lugar tan bello, así lo describía. Los animalitos lo miraban con un brillo en los ojos y lo que se veía como una sonrisita.
El moreno caminaba con su mano pegada a las superficies de roca, haciendo crecer vegetación a su paso. El chico no se había percatado de eso hasta que sintió una pinchazon en su muñeca.
Aprecio sus antebrazos, viendo como parecían tener lianas brillantes enredadas en estos. Estaba confundido, pues solo se había despertado en una cama de diversas flores que crecían a su al rededor.
Se agacho lo suficiente para tocar el suelo, viendo como una aura verde se expandía por la superficie que tocaba. La naturaleza crecía sin parar, diferentes tipos de vegetación aparecían en el lugar.
Lo mejor para Damián era ver la emoción palpable en las caritas de las criaturas, como todos corrían a apreciar de cerca lo que él estaba creando.
-¡La nueva era de los guardianes por fin ha llegado!- Sonrió una pequeña hada, volando por el lugar.
-¿Guardianes?.- Pregunto confundido, despegando sus manos del suelo y levantándose.
-¡Así es, por fin!.
Algo en el interior de Damian quería dejarse contagiar de la alegría que desprendía todo el lugar pero algo se lo impedía, esa mención le dio un mal sabor en la boca.
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cursed memories.
FanfictionLa rebeldía en los guardianes nunca había sido un problema, algo de que preocuparse, nunca preguntaban, ni cuestionaban o, por lo menos, asi se mantuvo hasta la eleccion de los nuevos sucesores al manto de guardianes. Junto con su llegada, también l...