Un nuevo acompañante

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- Ha-haber, déjame ver si entiendo, eres mi... ¿Demonio personal?

- Así es.

- Eres un demonio, pero puedes...¿morir?

- Exactamente.

- O sea que harás todo lo que yo quiera y pida...?

- ¿Tengo límites sabes?, pero, técnicamente si.

- Mmm..., ¿Me seguirás a todas partes?

- Si.

- Imposible, cómo harás para entrar a mí universidad.

- Te recuerdo, otra vez, que soy un demonio, nada es imposible para mí.

- ¿Que harás?

- Tu no te preocupes por eso, Sabo, oh, cierto, actualmente el único que me puede ver eres tú, yo puedo decidir cuando los demás pueden verme.

- Que..., que ¿Genial?

- ¿Tu crees?

- Mmm..., ¿si?, en fin, debo dormir ya, mañana tengo que entregar varios trabajos pendientes, tu ve a tu mundo y mañana vuelves, aunque agradecería que no volvieras.

- No puedo irme a mi mundo.

- ¿Por qué no?

- Hicimos un pacto, ¿recuerdas?, no me puedo separar de ti.

- ¿Hicimos?, te equivocas, ¡mi hermano hice ese trato!, y sin mi consentimiento que lo empeora todo...

- ¡Esto será muy divertido!

- ¡No, no lo será!

- Ya ya, ve a dormir, yo dormiré en el suelo, no te preocupes.

- Mmm, cómo sea... - El blondo le dió la espalda al demonio, arropó por completo y cerró los ojos esperando a que todo fuera un simple sueño, o una pesadilla.

 - El blondo le dió la espalda al demonio, arropó por completo y cerró los ojos esperando a que todo fuera un simple sueño, o una pesadilla

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Ya eran las 6 de la mañana, el reloj de Sabo sonó fuertemente levantadolo.

El blondo miró a ambos lados y suspiró aliviado.

No estaba el demonio. El muchacho suspiró suavemente agradecido que solo fuera un sueño, o bueno, eso creía.

- Oye, Sabo, me encanta tu baño, es increíble.

- AAH-

El hombre de piel trigueña se apresuró a callar al de piel lechosa.

- Shh!, se que no es fácil ver un demonio, pero al menos trata de controlarte ¿quieres? - Recibió un asentimiento como respuesta.

- Bien. - Ace se separó, solo estaba usando una toalla para cubrirse de su cintura para abajo, dejando a la vista su pecho. - ¿En tu universidad usan uniforme?, o ropa normal.

- Ropa casual.

- ¡Perfecto!, bien, ya sé que puedo ponerme - el pecoso volvió a meterse al baño, dejando al rubio sentado en la cama bostezando.

𝗨𝗻 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼 𝗡𝗼 𝗧𝗮𝗻 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼!/ 𝐴𝑐𝑒𝑆𝑎𝑏𝑜 EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora