Después de dejar a Percy en su cabaña decidí ir a darle la sorpresa de que había regresado a una persona muy especial para mí.
Al llegar a la cabaña de los hijos de Afrodita busqué con la mirada a Emma ella y yo nos hicimos mejores amigas debido a que Clarisse y más gente de la cabaña la molestaba constantemente y cada vez que lo hacían la defendía y de ahí empezamos a hablar y nos hicimos inseparables, pero me tuve que ir a la misión junto a Grover y perdí totalmente el contacto.
La vi hablando con un chico y decidí acercarme con una sonrisa
—¡Emma!–dije mientras la abrazaba–te he echado mucho de menos–dije separándome del abrazo–.
—Perdona, ¿pero tú eres?–dijo la rubia con una cara de desagrado–.
Auch.
—Soy Julieta, tu mejor amiga–dije algo decepcionada–.
—Creo que me suenas, pero supongo que yo también te he echado de menos–dijo la rubia riéndose por lo último que dijo–.
Me quedé pasmada por lo que me había dicho, la persona que llegue a considerar familia no se acordaba de mí, simplemente le sonaba. Se me empezaron a aguar los ojos y no se me ocurrió mejor cosa que salir corriendo.
Corrí, corrí y corrí, hasta que me choque con alguien haciendo que ambos cayéramos al suelo.
—¡Oye! Ten más cuidado–dijo una voz que al instante reconocí–.
Me quedé mirando al suelo para que no viera que estaba a punto de llorar.
—¿Julieta?-dijo él al darse cuenta de que era yo-¿Estás bien?–me pregunto mientras intentaba mirarme a la cara–.
—Que te importa, Luke–dije mientras me levantaba y seguía mi camino hacía a saber donde–.
—Si es por lo de atarte al árbol, lo siento–dijo el mientras intentaba alcanzarme–.
—No es eso, solo déjame ¿vale?–dije intentando escapar de la situación–.
—No merece la pena, déjala en paz esta loca–dijo la voz de una de las amigas de Clarisse con burla detrás mío–.
Eso hizo que cada vez mi enfado y tristeza aumentara, así que ya harta me di la vuelta y le dije
—¿Qué estoy qué?–dije mirándole a los ojos con rabia–.
—L-O-C-A o es que no escuchas–dijo aún con un tonito de burla–¿Que vas a hacerme?, ¿Me vas a pegar?, vamos, pero si eres inofensiva y ni siquiera te ha reclamado tu padre y que estés en la cabaña de Ares no te hace una guerrera más bien lástima porque hasta al mismísimo dios de la guerra le diste pena–dijo mientras se acercaba hacia mí–.
Auch, otra vez.
De repente sentí un gran calor recorrer todo mi cuerpo y de mis manos aparecieron llamas y mis ojos se volvieron rojos, asustada la estúpida retrocedió, pero ya era demasiado tarde y me abalancé sobre ella logrando dejarla inconsciente.
—NO ESTOY LOCA–grité mientras me levantaba–.
Mire alrededor y todo el mundo me miraba con miedo, pero la mirada de los demás me daban igual, lo que de verdad me dolió fue que mis amigos me miraban igual que todos.
Iba a irme, pero un gran rayo de luz apareció encima de mí.
—Julieta Bennett, has sido reclamada por Hades, dios de los muertos y soberano del Inframundo–dijo Quiron–.
Y en ese momento todo se me vino abajo, ¿En serio? Mi padre era el mismísimo dios del inframundo y si antes me tenían miedo ahora el doble.
Busque con la mirada a Grover o a Percy, pero ellos estaban igual de asombrados que yo.Percy y Grover empezaron a acercarse hacia mí con intención de ayudarme
—NO, no me toquéis por favor–dije asustada porque podría hacerles daño–.
Entonces volví a irme corriendo, pero esta vez nada ni nadie me freno y me adentré en el bosque buscando algún lugar donde poder tranquilizarme.
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No sé durante cuanto tiempo estuve corriendo, pero el sol ya se había puesto y estaba muy cansada, así que decidí sentarme apoyada en un árbol. En cuanto mi espalda chocó contra el tronco del árbol no pude aguantar más y exploté.
Empecé a llorar y soltar todo lo que no había soltado en años. Estaba harta de todo de que la gente le pisoteara por el simple hecho de no tener padre y también de no saber nada de su vida estaba cansada de no poder recordar siquier a su madre ni saber nada de su infancia.
Madre, infancia...
Entonces algo dentro de mí hizo clic, y empecé a encajar piezas
Aquel sueño...
Aquella niña era yo, entonces me rompí del todo al recordar lo que pasó en el sueño, no podía ser, me negaba a pensar que yo
Había matado a mi madre
Solté un sollozo era así era una asesina y había matado a la única persona que me quería de verdad en el mundo.
Estaba rota, me sentía la peor persona de este mundo, y lo peor de todo es que lo era... ¿Quién mata a su madre por un berrinche?.
Se que no era sano echarme todo el rato la culpa, ¿pero quién si no era yo la tenía?No podía parar de llorar desconsoladamente, me sentía sola y no era culpa de nadie sino mía... Había alejado a mis amigos de mí y había matado a mi propia madre.
