❛ beautiful boy ❜

1.3K 154 48
                                    

︵︵︵︵︵︵︵︵︵︵︵︵︵︵︵︵︵

Adán se despertó al sentir el calor del sol en su rostro, y se removió en su lugar por un momento, se sentó en el pasto, refregando sus ojos para quitarse el sueño que aún quedaba en él y soltó un suspiro al despertar solo otro día más. Había pasado un tiempo desde que Lucifer había bajado del cielo a visitarlo, y Adán se sentía sólo después de haberse acostumbrado a su presencia en el jardín.

Se levantó del suelo y decidió dar una caminata por el Edén, intentando distraerse de su soledad en la compañía de los animalitos del Edén. Recogió algunas frutas y se dirigió a la laguna del jardín para sentarse a comerlas, aprovechando para nombrar a algunos animales en su camino.

Soltó un suspiro y caminó con la cabeza gacha, con las frutas anaranjadas en sus brazos. Buscó un lugar en la orilla de la laguna y se puso a lavar las frutas en el agua cristalina, para luego dejarlas a un lado en el pasto, sentándose al lado de estas con una expresión sombría.

No le gustaba estar sólo. Lo sentía como un castigo, ¿pero por qué castigarlo si no había hecho nada malo? Aunque bueno, Lucifer ni siquiera tenía permitido estar en el jardín, según lo que el ángel le había dicho, él se escapaba de sus responsabilidades para bajar a verlo y Adán se sentía un poco culpable por hacerlo desobedecer, pero aquella culpa se iba el momento en el que Lucifer lo abrazaba y lo miraba con sus ojos llenos de afecto.

Y es que Adán desde hace un tiempo se había empezado a sentir diferente con el ángel. Sentía algo revolverse en él cuando veía su sonrisa, como si "mariposas" revolotearan en su estómago. Su rostro se calentaba cuando se tomaban de las manos y un sentimiento cálido se instalaba en su corazón cuando Lucifer acariciaba su cabello, quitándole hojitas y ramas del cabello.

Era un sentimiento nuevo, y le gustaba sentirse así. Adán se sentía seguro en sus brazos, amaba observarse a sí mismo en el reflejo de sus ojos celestes, le gustaba sentir sus caricias en su piel, oír las dulces palabras que le susurraba en sus oídos antes de despedirse para volver al cielo.

Ah... Cómo lo extrañaba. Escuchó el susurro de unos arbustos detrás de él, pero no le dio importancia pensando que podría ser uno de los tantos animales del jardín, distraído pelando la naranja en sus manos. Sacó un gajo de la fruta y se lo llevó a la boca, pero salió volando de sus manos a sentir que algo lo abrazaba desde atrás.

Un pequeño gritito salió de sus labios, pero se relajó al reconocer las blancas manos ahora descansando en su estómago. ──¿Luci? ──cuestionó mientras sentía el cabello del ángel haciéndole cosquillas en su mejilla izquierda.

──Ya estoy aquí, Adán. ──susurró en su oído, dándole escalofríos. El castaño sintió lágrimas acumularse en sus ojos y soltó un sollozo, exaltando al ángel, que se separó del abrazo y se acomodó en frente del humano que ahora era un manojo de lágrimas y sollozos. ──¿Q-Qué pasa, Adán? ¿No te alegras de verme? ¿Estás herido? ¿Te lastimaste? ──soltó con preocupación mientras ponía sus manos en sus mejillas y acercaba su rostro para descansar su frente contra la suya.

Adán limpió su nariz con su puño y negó con la cabeza suavemente. ──N-No, no, estoy bien. ──respondió para tranquilizar al rubio. ──Te extrañé mucho, no vuelvas a dejarme sólo otra vez, por favor... No me gusta estar sólo. ──declaró mientras más lágrimas se deslizaban por sus mejillas, ante la atenta mirada de Lucifer.

──Perdóname, Adán. Yo también te extrañé, no paré de pensar en ti ni por un día. ──admitió con una pequeña sonrisa, limpiando las mejillas húmedas del castaño, que lo miraba con ojos cristalinos. ──Intentaré bajar más seguido, ¿sí? Lo prometo. ──susurró mientras acomodaba un mechón suelto detrás de la oreja de Adán.

El sol de la media mañana le daba un brillo dorado a los irises marrones de los ojos de Adán que hacían que Lucifer se perdiera en ellos, y a pesar de que se veía tan descuidado... desordenado; con su rostro rojo, su cabello desordenado, su respiración entrecortada, su labio inferior temblando y su rostro húmedo por las lágrimas, Lucifer juraba que no había nada más hermoso en toda la creación que la imagen que le mostraban sus ojos.

Adán era el ser más hermoso, perfecto que el ángel jamás había visto. Ni siquiera se dio cuenta de que se había acercado peligrosamente a sus labios hasta que los sintió junto a los suyos. De repente, Lucifer se sintió más vivo que nunca, como si toda su existencia hubiera esperado este momento y no lo hubiera sabido. Su corazón empezó a latir rápidamente en su pecho y un escalofrío recorrió su espalda al sentir la suavidad de los labios del humano. Su humano, su Adán.

Unos segundos después se separó y sintió una placentera sensación en lo más profundo de su corazón al oír el sonido que salió de los labios de Adán cuando se alejó, un sonido tan delicioso y necesitado que le hizo cosas a su mente. Pero la mirada sorprendida del humano lo arrastró a la conciencia rápidamente, como un balde de agua fría.

Lucifer se alejó y cubrió su boca con sus manos, estupefacto ante lo que acababa de hacer. ──Lo-lo siento, no debí hacer eso sin tu permiso. Ay, Dios, no sé qué me pasó, perdóname, Adán. ──dijo con un tono que denotaba su nerviosismo, llevando sus manos a su cabello, tirando de los mechones rubios con preocupación de haber echado a perder su relación con el humano.

Adán no respondió, mirando a la nada mientras llevaba una mano a su boca, sintiendo sus labios temblar, pero ya no por el llanto, si no por el deseo de volver a sentir el toque de Lucifer. Un sonrojo se formó en sus mejillas ante el pensamiento y cubrió su rostro con vergüenza. ──Fue... Fue increíble... ──susurró apenas audible, interrumpiendo la pequeña crisis del rubio.

Lucifer volvió su mirada al castaño, volviendo a acercarse a él. Quitó las manos de su rostro con delicadeza y lo miró atentamente, sus miradas chocando entre sí; cielo y tierra observándose con anhelo. ──¿Puedes repetir eso?

Adán tragó saliva y sintió un escalofrío recorrer su espalda al oír la voz del ángel tan cerca de él. Se sentía diferente, la acción mucho más íntima de lo que nunca se había sentido. ──Me... Me gustó. Hazlo de nuevo. ──pidió sintiendo su voz temblar. Lucifer le dedicó una sonrisa que lo dejó sin aliento y se inclinó para atrapar sus labios nuevamente.

Esta vez, el castaño no se quedó quieto en su lugar, puso sus manos en los hombros del rubio y se dejó llevar ante la placentera sensación que le entregaba el ángel.

︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶

Honestamente, creo que esta
canción les re queda ksndj.

Gente, había escrito esto para la
AdamsApple week pero decidí
no participar jsjwj, no me gustó
cómo me iban saliendo
las temáticas así que lo dejé,
igual si alguien quiere le regalo
mis ideas por si les sirven jdjwje.

En fin, ojalá les haya gustado
este one-shot cortito!!
Gracias por leer!!! <333

꒰ angel of the morning﹔hazbin hotel ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora