Lo siento, no quise lastimarte

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Lena POV

Desde mi niñez e aprendido a respetar y a querer a mis cercanos, siempre he Sido una mujer recta que ama la honestidad y odia los secretos. Fuí criada dentro de la familia Luthor, hombres y mujeres pudientes y muy formales, pero sin embargo eran muy humanos, caritativos, agradables y cariñosos. Agradecía enormemente haber nacido en esa familia.

Mi educación siempre fue buena, estuve inscrita en las mejores instituciones de National city y además en casa contaba con la ayuda de Lex, mi querido hermano, y de un tutor que mi padre había contratado.

Tambíen con el tiempo adquirí habilidades tales como tocar el piano, jugar ajedrez, cocinar y hasta cierto punto escribir.

Cuando cumplí los quince años comencé a interesarme en el tema de la empresa familiar, papá brinco de la emocion al saberlo, ya que desde un principio el deseaba que mi persona tomara el puesto de CEO.

¿Por qué no Lex? se preguntaran, bueno mi hermano a diferencia mía, optó por la medicina y se convirtió en uno de los mejores neurólogos no solo de la ciudad sino del país, otro orgullo para la familia.

Con el tiempo transcurriendo mis conocimientos fueron en aumento, llegué a ser la mejor de la universidad, a tener reconocimiento por mi alto rendimiento y hasta llegué a ser respetada por profesores, alumnos y socios de mi padre. Mi coeficiente intelectual era notable y sorprendente.

Al cumplir los 22 años tuve mi primera relación con un chico llamado Jack Spheer, al principio solo éramos amigos, pero luego quisimos aventurarnos y tener una relación. PESIMA IDEA. Terminamos peleados y odiandonos el uno al otro.

Meses después comencé a sentir atracción por una chica, su nombre era Andrea Rojas, chica Argentina proveniente de una familia adinerada. Ambas conectamos en segundos y comenzamos a salir... Pero solo un mes después, descubrimos que nos iba mejor como amiga que como pareja, así que terminamos la relación e iniciamos una hermosa amistad que perdura con el tiempo... A ella se le unió Sam, Verónica y Lois Lane... Éramos el grupo más famoso e inteligente  de la universidad.

Al terminar la universidad cada una comenzó con su vida de trabajos, empresas, estrés... Mucho pero mucho estrés. Ya no nos podíamos ver seguido pero manteniamos el contacto.

En una de las pocas salidas que teníamos Lois decidió llevar a una amiga quien era nueva en la ciudad, la chica provenía de Houston, al igual que nosotros estudio administración de empresas y tenía una familia con economía cómoda, ya que los Danvers eran dueños de una pequeña empresa que al día de hoy en manos de Kara a crecido y se ha vuelto una empresa poderosa.

Está chica lleva por nombre Kara Danvers, rubia alta, ojiazul, sonriente, empática, cariñosa, agradable, con armamento altamente atractivo, humilde y bueno... Podría estarme aquí todo el día describiendo a esa preciosa mujer... Mi mujer. Porque sí, después de esa salida Danvers y yo conectamos y no pudimos separarnos más.

Meses después de conocernos Kara me llevo a su casa donde tuve el honor de compartir con los padres de la chica, ambos me trataron de maravilla, fue una experiencia que jamás olvidaría y eso sin contar que el día que estábamos de regreso a la ciudad nos cruzamos con una hermosa mujer, al principio me impacte por aquellos ojos miel y aquel cabello castaño rojizo, esa mujer tenía algo que llamaba mi atención, su sonrisa, su carácter y su picardía. Ella bromeaba demasiado con mi rubia, no comprendía lo que pasaba hasta que Kara nos presento... Ella era Alexandra Danvers, la hermana de mi novia.

No debería decirlo pero en el preciso momento que estreche la mano con esa mujer, sentí un cosquilleo inigualable, y por supuesto no ayudo los comentarios halagadores, coquetos y pícaros de la pelirroja. Pero como sea, todo quedó ahí. En la actualidad ambas nos llevábamos de maravilla y somos grandes amigas y cuñadas.