New frontier

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Ya era de día, bueno, apenas estaba saliendo el sol. Estaba en el techo mirando las calles, por obra y gracia de los Dioses Estaba vacía. Habia uno que otro infectado, pero se podía manejar.

Bajé en silencio, encontrandome con un recién levantado Michael. Éste se me quedó mirando adormilado por unos segundos y luego miro su cuerpo que sólo traía un bóxer de unas caricaturas que solía ver, creo que era Cars. Dio un brincó y salió corriendo al baño.

Solté una risita por lo bajó y seguí mi camino, en la sala estaban Diana y Robert. Estos al verme me saludaron y Diana habló. 

— Hola keith, justo te íbamos a buscar.— dijo mientras se paraba al lado de una mesa junto con Robert.

— Queremos hablar de que camino tomaremos para llegar al refugio. — Explicó Robert. Unos pasos que venían de las escaleras llamó mi atención. Lauren, Elias y michael bajaron y nos saludaron, para luego pararse junto con nosotros.

— Buenos días. — dijo Lauren mirandome con una sonrisa. Le asentí con la cabeza en modo de respuesta y me acerque a mi mochila. Busqué por unos segundos y saqué mi mapa que visiblemente tenía varios años y luego lo abrí en la mesa para que todos vieran.

— Ok, este mapa tiene marcado el camino Más rápido para llegar al refugio. Lo único malo es que no es el más seguro. — los demás analizaban el mapa con ojos confundidos.

— Pero ningún camino es seguro con esas cosas por todos lados. — dijo Lauren y yo suspiré, recordando que eran refugiados.

— Infectados — la corregí —. Y hay más cosas por las cuales preocuparnos.

— ¿Como cuáles aparte de los mutantes? — cuestionó Elias.

— Los Reapers por ejemplo. — dije mientras señalaba un lugar en el mapa rodeado con marcador rojo.

— ¿Quienes son? — esta vez fue Michael quien habló.

— Gente enferma. Los Reapers son un grupo que se dedica a secuestrar personas para venderlas como esclavos en los Mercados. —

— ¿Mercados? — Robert preguntó. Rodé los ojos por las preguntas, aunque no podía culparlos.

— son calles llenas de tiendas y bares dónde los errantes vamos a conseguir provisiones o a divertirnos — asintieron en comprensión —. Y New frontier es nuestra primera parada. — informé sin más señalando una calle relativamente cerca en el mapa, rodeado por un marcador verde.

Se sorprendieron pero no dijeron nada porqué técnicamente, ellos quisieron venir conmigo.

— Bueno, estamos a varias horas de distancia para llegar a New frontier. Saldremos en cinco minutos, con suerte llegaremos antes del anochecer. Guarden sus cosas y busquen algo con que defenderse. — dije y así se hizo.

Unos minutos pasaron y ya estábamos listos, solo que no estaban muy bien de armamentos. Lauren había conseguido el palo de una escoba, Elias tenía un cuchillo de mesa sin filo, Diana tenia una tabla de maderera y Michael tenia su cuchillo de combate sin filo. Robert por otro lado, el tenía salud.

— Ok, regla número dos. Todo sirve, cualquier cosa es una posible arma, por más inútil que parezca — dije lo último mirando el cuchillito de Elias. Me acerque a Robert y le entregué uno de mis varios cuchillos de combate —. Ten cuidado con eso, esta muy filoso. — advertí. Este me agradeció y lo sacó de su funda para verlo mejor.

Salí con cuidado y los demás me siguieron
de cerca, mi mirada recorría la calle buscando amenazas pero todo estaba tranquilo.

Algo que agradezco es que estábamos cerca de New frontier, solo compraría varías armas para estos chicos y talvez descansariamos hasta el siguiente día. Solo espero que Jeffrey no este ahí.

The Last HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora