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Después de ese incidente me negué a hablar con ella, no es la primera vez que me llama loca.
No pienso perdonarle nuevamente, sabe lo que padezco y aún así es como si no le importara en lo más mínimo.
Mientras ellos discutían yo me escape, entre más gritaban más gente llegaba y sinceramente me estaba agobiando.
Perdí la noción del tiempo, cuando regrese al campamento ya había oscurecido, todos se encontraban escuchando una plática acerca de lo que hacen nuestros padres por nosotros.
Todos lloraban, hasta Zack. Eso debió haber sido conmovedor, lastimosamente no puedo entender sus sentimientos.
Mi madre nunca hizo nada por mi, más que joderme la existencia y mi padre es la misma mierda.
Así que es imposible para mí entenderlos y aunque lo niegue... Me da envidia.
¿Mi vida pudo haber sido distinta de haber nacido en otra familia?
¿Pude haber tenido una madre que me amara incondicionalmente?
Mierda... Callate...
Golpee mi cabeza mientras me alejaba de ahí, de nada me sirven esos sentimientos, de nada.
[...]
— Mierda... ¿Que pasa? — me acerqué a Daniel que gritaba asustado el nombre de Mira, Zack y el mío, al igual que los demás.
— ¡Hyun-Jae! ¡Que bueno que estás aquí! — me tomo de los hombros un poco aliviado.
— ¿Que pasa? Calmate niño — le eche aire a la cara con mis manos.
— Pensé que pudo pasarte algo... — exhaló.
— ¿Que puede ser peligroso en este lugar?, es aburrido... — me interrumpió, al parecer recordó algo.
— ¡Mira..! — no termino — Ella está en peligro, Zack fue a buscarla pero no a regresado aún.
— ¿Que..? — fruncí el ceño.
— H-hay un violador — trago saliva — Es Zeus.
Al decir el nombre de ese maldito todo encajo en mi cabeza, no solo es un pervertido.
Carajo... Debí matarlo cuando pude..
— ¡Hyun-Jae! — un tembloroso Hyun-Woo me abrazó casi que llorando.
— ¿En donde te metiste? — hablo seriamente Hyun-Joo.
— Por ahí. ¿Donde esta Hyeon-Ju? — me separé de Woo.
— No lo sabemos, se fue con Mira hace un rato, por eso estamos buscándolas.
— Ya nos separamos pero no hay ni una pista de donde estén — llegó Hwan.
— Pues vuélvanse a separar, ¿Ya saben que es lo que pasa? — ellos asintieron — Entonces no hay tiempo que perder. No quiero a esa mocosa igual de traumada que nosotros.
