Capítulo 43: El pasado no es pasado

4 3 0
                                    

Narra Brenda

- Ayer, hablaste con Laura – pregunté nerviosa.

Alan tardó en contestar, luego dijo:

- Ayer, después de nuestra conversación, la recordé y, aunque suene loco, sentí la necesidad de saber de ella. Marqué su número y resulta que aún lo conservaba... - su voz sonaba un tanto insegura.

- Oh, qué bien. No tiene nada de malo querer saber qué ha sido de su vida - respondí tratando de mostrar serenidad.

Aunque por dentro quería gritar.

- Bueno... en realidad, eso no es todo... - dijo mientras se llevaba la mano a la nuca - Ella va a venir.

Levanté una ceja, ¿qué quería decir con ese "va a venir"?

- Resulta que ella tenía planeado venir a Londres porque su papá va a inaugurar su nueva editorial de libros aquí. Y ahora que se enteró de que yo estoy viviendo aquí, bueno...

- Oh... mira qué bien, qué interesante. ¿Hay algo más que deba saber? - dije algo molesta

Mi tono de voz sonaba un poco molesto, a pesar de mis esfuerzos por disimularlo.

- Bueno, Brenda, necesito que seas comprensiva en esta parte - suspiró y continuó - Ella tenía problemas con el hotel en el que se iba a hospedar mientras estuviera aquí, así que le dije que...

- ¿Qué le dijiste? - pregunté presintiendo hacia dónde quería llegar.

Él suspiró y luego lo dijo:

- Que podía quedarse en mi departamento. De hecho, su vuelo llega hoy - dijo la última frase rápidamente.

Mis ojos se abrieron de par en par, sorprendida por la noticia.

- ¿Tú qué? - mi voz sonó entrecortada.

Alan trató de tranquilizarme:

- Solo será por un tiempo... no quiero que esto nos traiga problemas.

Traté de mantener la calma y le respondí con una sonrisa forzada:

- Oh no, no te preocupes, no hay problema. ¿Por qué habría problemas? Es súper normal que tu novio viva temporalmente con su ex. En serio, tómatelo con calma, disfruta su presencia. Solo me pregunto... ¿dormirán en la misma cama?

- Brenda, no quiero pelear, mucho menos aquí... escucha, pensé que mientras ella esté aquí, nosotros deberíamos mantener distancia, disimular más... mantenernos un tiempo alejados.

- ¡¿Qué?! Espera... ¿¡Me estás pidiendo que terminemos mientras ella está aquí?! ¿Qué te pasa?

- ¿Quieres terminar conmigo? – dije furiosa, sintiendo cómo la ira se apoderaba de mí.

- ¡No! No dije eso... Por supuesto que no quiero eso. Solo quería decir que no podré verte tanto como antes – respondió Alan, tratando de explicarse.

Una mezcla de celos, tristeza y furia se apoderó de mí. Sentí cómo las lágrimas empezaban a brotar sin control.

- Oh no, Brenda, no quiero verte llorar. Por favor, no llores... Me duele verte así – dijo Alan, con voz llena de preocupación.

- ¿No llorar? ¿No llorar me dices? – exclamé, sintiendo cómo la frustración se acumulaba en mi interior – ¿Te has dado cuenta de lo que está pasando o eres un idiota?

- No quiero lastimarte, de verdad. Por favor, no llores... Te amo – susurró Alan, con voz llena de sinceridad.

- Definitivamente eres un idiota... Eres la combinación perfecta entre un idiota y un tarado. A veces te comportas como un pelotudo – dije enojada, dejando salir toda mi rabia acumulada.

Un Profesor EncantadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora