hermanastras

Una tonta fiesta

Ximena se encontraba en su habitación, emocionada por la invitación que había recibido de María para asistir a su fiesta. Recordaba cómo había ayudado a María a enfrentarse a una situación difícil hace tiempo, y ahora era su oportunidad de celebrar juntas.

Decidió que quería lucir espectacular para la ocasión, así que se puso su vestido rojo favorito. Se miró en el espejo y se sintió segura de sí misma. Después de unas últimas pinceladas de maquillaje y de arreglar su cabello, estaba lista para la fiesta.

Al llegar a la casa de María, Ximena se encontró con su hermanastra, Missy, quien también había sido invitada. Se abrazaron con entusiasmo y entraron juntas a la fiesta.

Entre la multitud, Ximena divisó a su ex, Millie, conversando con algunos amigos. Se sintió un ligero nerviosismo al verla, pero sabía que Missy estaría allí para ayudarla si era necesario.

Ximena se acercó a Missy en un momento oportuno y le explicó la situación con Millie. Sin dudarlo, Missy aceptó ayudar a Ximena y fingir ser su novia.

"¿Estás segura de esto, Ximena?", preguntó Missy con una sonrisa comprensiva.

"Sí, confío en ti", respondió Ximena, devolviéndole la sonrisa.

Con determinación, Ximena y Missy se acercaron a Millie, quien los miró con sorpresa al verlas juntas.

"¡Hola, Millie!", saludó Ximena, tratando de mantener la compostura.

"Hola, Ximena", respondió Millie con una mezcla de sorpresa y confusión.

Ximena tomó la mano de Missy y la miró con cariño antes de darle un suave beso en los labios. La expresión de Millie cambió a una de shock y luego a una mirada de celos.

Después del beso, Ximena y Missy decidieron que era hora de retirarse. Millie se estaba poniendo demasiado intensa y no querían arruinar la noche.

De camino a casa, Ximena y Missy se rieron juntas sobre la situación en la fiesta

Al llegar a la casa de Ximena, ambas chicas se dejaron caer en el sofá, riendo entre sí por la situación en la fiesta.

"¡Eso fue increíble!" exclamó Ximena, aún con una sonrisa en el rostro.

"¡Sí, lo fue!" coincidió Missy, riendo. "Nunca pensé que fingir ser tu novia sería tan divertido".

Ximena asintió, sintiéndose agradecida por la amistad y apoyo de Missy. "Gracias por ayudarme a lidiar con Millie. No sé qué habría hecho sin ti".

Missy le lanzó una mirada cálida. "Siempre estaré aquí para ti, Ximena. Eso es lo que hacen las hermanas, ¿verdad?"

Ximena asintió, sintiéndose reconfortada por sus palabras. "Sí, así es. Eres más que una hermanastra para mí, Missy".

Las dos chicas se abrazaron con ternura, compartiendo un momento de conexión y complicidad.

Después de un momento, Ximena se apartó ligeramente y miró a Missy con curiosidad. "¿Sabes qué? Creo que deberíamos hacer más cosas juntas. Como equipo, ¿sabes?"

Missy asintió emocionada. "¡Claro! ¿Qué te parece ir a ese concierto que tanto queríamos ver la próxima semana?"

"¡Me encantaría!" respondió Ximena, con entusiasmo. "Y luego podríamos ir a ese café que te gusta tanto y probar esos muffins que siempre estás mencionando".

Missy rió, encantada por la idea. "¡Suena como un plan perfecto! Estoy emocionada de pasar más tiempo contigo, Ximena".

Las dos chicas se miraron con cariño, sabiendo que su vínculo como hermanastras y amigas solo se fortalecería con el tiempo.