hermanastras

Una verdad dificil

Ximena estaba sentada en su habitación, con la mirada perdida en el vacío mientras sostenía un trozo de papel entre sus manos. Missy, su hermanastra, estaba recostada en la cama leyendo un libro.

Ximena: (para sí misma) "Debo decírselo... Ella merece saberlo... Pero ¿cómo puedo hacerlo?"

Missy: (levantando la vista del libro) "¿Qué pasa, Ximena? Pareces preocupada".

Ximena: (suspirando) "Es solo que... hay algo que necesito decirte. Algo que he estado guardando por mucho tiempo".

Missy: (prestando atención) "¿Qué es?"

Ximena: (con la voz temblorosa) "Es sobre... sobre cómo me siento hacia ti".

Missy: (frunciendo el ceño) "¿Cómo te sientes hacia mí?"

Ximena: (tomando aire) "Desde pequeña, he tenido sueños... sueños en los que tú y yo estamos juntas, como... como pareja".

Missy: (sorprendida) "Oh, Ximena... yo..."

Antes de que Missy pudiera terminar su frase, Ximena la interrumpió.

Ximena: "Lo sé, Missy. Lo sé. Y sé que tú también lo sabes. Siempre lo has sabido".

Missy la miró con ternura, comprendiendo la dificultad de la situación para Ximena.

Missy: "Ximena, yo... yo también siento lo mismo. Siempre he sentido una conexión especial contigo".

Ximena se sorprendió por las palabras de Missy y por un momento sintió un rayo de esperanza. Pero luego su rostro se ensombreció.

Ximena: "Pero somos hermanastras, Missy. No podemos... No deberíamos..."

Antes de que pudiera terminar su frase, Missy se acercó a Ximena y la besó suavemente en los labios.

Missy: "Lo sé, Ximena. Pero no puedo evitarlo. Quiero estar contigo. Quiero que seamos pareja".

Ximena se sintió abrumada por la situación y, sin decir una palabra, se levantó de la cama y salió corriendo de la habitación, evitando la mirada de Missy.

Missy la observó partir con tristeza en los ojos, sintiendo el peso de la decepción. Sabía que la situación era complicada, pero no podía evitar desear estar con Ximena.

La habitación quedó en silencio, cargada de emociones no expresadas y decisiones difíciles.