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Resumen: Lan WangJi se despierta no sólo con el cuerpo de su esposo, sino también con la versión de cuando era estudiante en Cloud Recesses y de cuando era el temido Patriarca de Yiling. Como resultado, Lan WangJi está arruinado por las tres versiones de su zhiji¹.
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-Buenos días, Lan Zhan -la voz de Wei WuXian sonaba clara contra el oído de Lan WangJi. Era extraño que su esposo estuviera despierto antes que él, teniendo en cuenta que por lo general no se molestaba en abrir los ojos antes del medio día.
Los ojos de Lan WangJi parpadearon antes de abrirse completamente y miró a Wei WuXian que estaba acariciando su cabello con una mano gentil. Lan WangJi se inclinó ante el toque. -¿Qué ha hecho que te despiertes tan temprano? -Preguntó con la voz espesa por el sueño. Wei WuXian se encogió de hombros.
-Simplemente no queríamos dormir hasta tarde. Queríamos que despertaras con nuestras voces.
Lan WangJi arqueó las cejas. -Nosotros? ¿Qui...?
-¡Er-Gongzi, traje el desayuno! -dijo una voz diferente. La voz le resultaba familiar, tan familiar que hizo que su corazón se encogiera. Se sentó para mirar en dirección a la voz.
Wei WuXian, su esposo, todavía estaba sentado a su lado, con un brazo ahora envuelto a su alrededor, así que ¿por qué acababa de escuchar la voz que le correspondía a su primera vida?
-A-Xian, cálmate, Lan Zhan acaba de despertar -Wei WuXian chasqueó la lengua. Una versión más joven de su esposo se acercó a ellos con las manos vacías, y Lan WangJi los miró con incredulidad. Con la túnica de invitado de Gusu, estaba el Wei WuXian que había conocido cuando era un adolescente.
-Lan Zhan, ¿por qué me miras así? ¿Hay algo en mi cara? -El chico se palmeó las mejillas y sonriendo. El corazón de Lan WangJi se apretó dolorosamente esta vez cuando vio la sonrisa curvando sus labios.
-Lan Zhan, no llores -su esposo acunó su rostro con una mano y con la otra le secó las lágrimas que no sabía que había derramado.
-Oh... no quise molestarte, Lan Zhan. M-me iré... -el Wei WuXian más joven se inclinó y se dio la vuelta para irse, pero Lan WangJi tomó su mano, haciendo que el otro volteara a verlo.
-No estoy molesto... sólo sorprendido y confundido, ¿qué está pasando? -Lan WangJi empujó de la mano ajena hasta tenerlo sentado a su lado. Antes de que su esposo pudiera responderle, otro Wei WuXian, vestido con una túnica de tono negro con acentos rojos sangre, entró en la habitación. Tenía el rostro pálido y llevaba el ceño fruncido.
El Patriarca de Yiling, se dio cuenta de Lan WangJi. -Wei Ying -llamó, impidiendo que su voz temblara.
-¿Si? -Los tres Wei WuXians respondieron, cada uno sonando diferente.
