Cap 3. Voces escalofriantes

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Al día siguiente en el instituto Fuimos los cuatro a la cárcel o cómo muchos lo llaman el instituto. Nos encontramos en los pasillos de él yendo hacía nuestras taquillas para sacar las libretas qué necesitásemos o el iPad. Cómo de costumbre nos reunimos en una de las taquillas de nosotros y hablamos de cualquier cosa. Pero está vez de lo qué hablaríamos sería sobre esa extraña pesadilla qué tuvimos anoche, cada uno de nosotros nos miramos preocupados y aterrorizados. No sabíamos cómo pasó ésto y sólo sentíamos todos el mismo sentimiento de miedo e incertidumbre.

Miguel Ángel: No se sí me estoy volviendo loco o no.¿Vosotras también soñasteis lo mismo?.

María Ángeles: Sí te refieres a un monstruo de ojos rojos, con dientes afilados cómo tiburón sonriendo siniestramente con garras afiladas. Sí soñé lo mismo.

Paula y yo asentimos, de la descripción qué dió María Ángeles.

Suspire inquieta de los nervios y jugué con mis dedos.

De hecho... la película que íbamos a ver anoche ni siquiera se extremo todavía en los cines. Así qué no sé cómo pasó ésto.

Los tres me miraron con los ojos abiertos y sin aliento hasta que a Paula dijo de olvidar lo qué ha pasado e irnos a clase de química.

Asentimos y fuimos a clase mientras hablamos de otras cosas por el pasillo hacia la clase. Nos encontramos con un gatito de patitas cortas y mucho pelo de color negro y blanco de ojos verdes y cola esponjosa.

Nos quedamos mirándolo y lo empezamos a acariciar y después empezaba a gruñir y mordía de juego así qué le pusimos de nombre al gato gruñón

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Nos quedamos mirándolo y lo empezamos a acariciar y después empezaba a gruñir y mordía de juego así qué le pusimos de nombre al gato gruñón.

Gruñón siguió caminando hasta qué se detuvo, echo sus orejas para atrás, su cola se erizo y empezó a soplar a la nada. Me quedé mirando a Miguel Ángel, María Ángeles y Paula y nos quedamos desconcertados por la actitud del gato tan repentina. Poco después el pasillo empezó a tener niebla poco alta. Mire la niebla un poco desconcertada al igual qué el resto. Entonces de la nada vimos espíritus caminando por el pasillo

y uno me susurro en la oreja con su voz gélida (la tercera frase y cuarta de la canción de arriba)

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y uno me susurro en la oreja con su voz gélida (la tercera frase y cuarta de la canción de arriba). Se me helaron los huesos de solo pensar en ello y mis amigos igual, la niebla y los espíritus se dispersaron poco a poco. Miré a mis amigos y me acerqué a ellos y les pregunté, ¿Habéis visto lo mismo qué yo?. Ellos asintieron y miramos al resto del alumnado el cuál no noto lo mismo y vio nada. Una pregunta se me pasó por la cabeza.

¿Seríamos los únicos qué les pasaban estás cosas o era nuestra imaginación?.

El Resurgir de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora