Profundidades

Capítulo: VIII

Capitulo 8: Nuestro lugar secreto.

Pasaron un par de días, le acababan de quitar las grapas a Jake, nosotros seguimos hablando, aunque más que nada para comunicarnos un poco y hablarnos para haber cuando podíamos salir. Estoy escuchando música en mi habitación asumida en mis pensamientos, tenía ganas de volver a jugar al baloncesto y sobre todo ganas de volver a ver a mi familia, pero estaba claro de que tenía que pasar unos meses fuera y perderme para poder encontrarme.

Llevaba pasando una mala racha, pero gracias a haber venido me he dado cuenta de cómo pueden ser las personas y quien está realmente a tu lado cuando estás mal. Y sobre todo como conocer a personas y llevar tan poco tiempo con ellas te llegan a demostrar más de lo que muchos te han llegado a demostrar nunca.

De pronto me llega un mensaje y cojo el móvil para mirar de quien era y en cuanto lo vi se me paro el corazón por unos instantes. No sabía si era por la persona o por lo que me había escrito pero el corazón empezó a acelerarse de una manera descontrolada y empecé a peinarme un poco. Es Jacob y está justamente afuera de la casa, me había dicho que estuviera preparada para darnos un chapuzón y que si tardaba mucho nos perderíamos la sorpresa y tenía que improvisar sobre que llevarme ya que me había cogido de imprevista. Cogí un bikini y fui corriendo al baño, de camino me encontré a Olivia con la boca abierta mirándome como si yo llegara tarde a algo y no tuviera tiempo.

Lo cual en parte es verdad, me puse el bikini y la ropa que llevaba y bajé corriendo con el bolso en la mano y el móvil en la otra ya que no me daba tiempo de meterlo, antes de salir me coloqué bien el pelo y la ropa y abrí la puerta sonriendo. La sonrisa duró poco ya que fue sustituida por sorpresa cuando le vi apoyado en la moto esperándome.

Alzo la mirada hacia mí, para después acercarse y darnos un abrazo reconfortante, la última vez que le vi fue poco después del beso. El estómago se me revolvió y deseé por un momento quedarnos así todo el día.

Bueno darling, ¿estás preparada para irnos? - dijo el mientras sonreía ampliamente.

Yo siempre estoy lista - dije mirándole mientras le devolvía una sonrisa.

Se monto en la moto y después de abrocharme el casco me monte rodeándole la cintura con mis brazos. Justo antes de empezar a arrancar habló.

- Por cierto, estas guapísima - me puse roja al instante tratando de mirar hacia otro lado. Arrancó la moto y poco después estábamos en la autopista. El pelo se removía con el viento y en cada bache de la carretera más me aferraba a Jake.

Nos metemos por un camino donde solo había árboles y flores hasta que se empieza a ver poco después el mar y un aparcamiento donde solo había tres o cuatro coches. Jacob se dirige hacia allí y aparca la moto, después nos bajamos y nos quitamos los cascos.

- ¿Van muchas personas a esta playa? - dije mirándole con curiosidad ya que apenas había coches.

- Pues la verdad es que pocas personas conocen este lugar, aunque los que lo saben a veces prefieren ir a otras playas a pasar el rato, aunque a mí me parece preciosa esta playa y además muy tranquila.

- ¿Qué es lo que más te gusta de esta playa? - le pregunté curiosa mientras caminábamos por las tablillas para llegar.

- Los atardeceres. Cuando el sol contrasta con el agua cristalina crea unos colores realmente preciosos. Por eso te he traído aquí, no puedes irte sin haber visto esto antes y además hace un buen día para darnos un baño.

Reí tras esto último. Llegamos hacia la arena y caminamos hasta ponernos cerca de la orilla. Jacob empezó a quitarse la camiseta a lo que yo hice lo mismo quitándome también los pantalones.