Puedo ir contigo.

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Ya en la entrada toque el timbre  unas cuantas veces, mi dia no podia estar peor. Todo lo que giraba a mi alrededor estaba mal. Aporre la puerta fuertemente pero nada, de la nada empecé a sollozar como una idiota.

- Vamos Milligan mi casa esta cerca puedes quedarte.

Y tu que crees que me quiero ir contigo después que no me hablas y parece que fuera invisible desde que llegue he tenido un día horrible y nadie me ha preguntado cómo me siento o si he comido no quiero ir a ningún lugar contigo pero no lo dije solo me limite a bajar las primeras escaleras Y a esperarlo. Pero de la nada la puerta se abrió y está Robert como todo anciano con su bate de béisbol.

- Oh Aiden hace muchos no te pasabas por aquí, Espero que te encuentres bien.

Con que Aiden idiota por que no me lo dijo desde un principio.

-Entra Harper necesito que te duches y estes comoda para explicarte algunas cosas.

Miro al chico tatuado una vez más pero el  esta mirando a Robert, Entonces mire que en su otra mano traía mis tacones Dios nunca me habían cargado ni un libro y viene este y lo hace con mis tacones

- No piensas cojerla. 

- No hice todo esto para dejársela al mismo que la cogio.

-No seas rencorosa Harper.

Entre a la casa y todo sigue igual excepto las fotografías las de mi abuelo no estaban a cambio estaban las de Robert y eso de verdad me dolio, Esta no era mi casa era la casa de Robert y margaret.

- Puedes quedarte en la habitación de tu madre  siéntete como en casa.

 - Te lo agradezco pero no me pienso quedar mucho tiempo,

- Por favor Harper ten consideración por margaret y verdaderamente siento tu perdida.

- No me voy a quedar más de cuatro semanas, y no sientas mi perdida después que de haberlo tratado así.

Dada por terminada la conversación, subo rápidamente las escaleras, me dirigo hacia el cuarto de mi madre nada a cambiado, miro que mis manos empiezan a temblar, y no puedo respirar continuamente siento que me ahogo con mis propias lágrimas recuerdos azotan mi mente de sin cesar, una y otra vez se repiten los sonidos su sonrisa, la primera que estuvimos juntos, la primera vez que lo vi.

 Siento que estoy muriendo entró a la ducha a rastras abro la llave y el agua está demasiado fría e intentó contar hasta diez repito el proceso hasta que mi respiración se calma, Salgo me miro en un espejo y ya después de tres meses me sigo viendo fatal, rebusco mi pijama y mis calmantes.

Tras tomarlos salgo al balcón de la habitación de niña siempre fue mi lugar favorito, a lo lejos miro a alguien acostado en la playa, lo ignoro Al entrar me miro en otro espejo y las palabras salen de mi como si nada.

Esto lo estoy haciendo por ti, por mi y por nosotros amor, se que me equivoque en demasiadas cosas pero no me quiero quedar atrás, Quiero seguir adelante cumplir la promesas que un dia nos hicimos, Quiero llenar mi pequeña e infantil lista de deseos que aun que no serán contigo las quiero que se queden impregnadas en mi no por un papel pero si por los recuerdos siento que te fuiste ante de tiempo, Aunque nunca te lo dije te amo tanto y siento que todo esto haya pasado por mi culpa, No sabes cuantas veces que imaginé un futuro a tu lado y aunque Dios no permitió espero que algun dia estes orgulloso de mi tanto como yo lo estuve de ti mi pedacito de cielo.

Después de eso me sentí un poco mejor, me acosté y por los calmantes me quede rápidamente  dormida.

Al siguiente dia hice todo lo que haces cuando te levantas obviamente y baje estaba Margaret y Robert al parecer discutiendo, no me siento muy alegre.

- Buenos dias como estas hija.

Ten consideración por margaret las palabras retumbaron en mi mente.

-Muy bien y ustedes.

- mejor por que te tenemos aqui en casa Harper no sabes lo feliz que me hace.

- Gracias. Pronto buscare algun trabajo quiero estar ocupada.

-Esta bien hija, me alegro de que lo quieras hacer.

Damos por terminado el desayuno, Me arreglo lo mas que puedo y esta vez me pongo los confiables converse, un short  y una camisa ancha, no tenía ganas de hacer nada más.

salí y me quede en la playa toda la mañana, estaba haciendo demasiado sol, seguí caminando y llegue a la misma casa playera de ayer y estaba Aiden atendiendo

Ese chico realmente lo que tenía de sexy le faltaba de simpatía.

-Buenos días mis palabras quedaron en el aire y no respondió.

- Okay esta bien no me hables pero Dame una cerveza por favor, después de todo es tu trabajo.

- No vendemos cerveza.

- Pero a ti que te pasa es un maldito bar.

- Si pero como te decía no vendo cerveza, al menos no para ti

- Hola Señorita Milligan cómo te encuentras el dia de hoy.

- Hola Grace me encuentro de un humor terrible, tu amigo no me quiere vender Nada.

- No te he dicho que nada, Hay en aquella esquina hay gomitas.

- Que te den.

-Lo mismo para ti Milligan.

- Si como sea Soy Harper no se si tu estúpido cerebro lo entienda.

- Si lo entiendo, o que te parece.

-Bueno a mi me parece que pareceis unos críos, mencionó Grace.

-Si, que me da igual, necesito un favor tuyo.

-Dime.  - Podemos hablar en privado.

-Ahora si Dime estoy un poco ocupada.

- Eh bueno como tu sabes no soy de por aqui, tu y el idiota son los únicos que conozco quizás sepas, si puedo encontrar un trabajo.

Grace me miraba extrañada pero a la vez curiosa.

-De hecho aquí en el Bar hay uno.

-Es enserio te lo agradezco.

- si empiezas desde ya Milligan.

Procedió a tirarme un delantal - por cierto pagan cada dos semanas quedas con el turno de las seis de la noche a doce, espero y lo cumplas.

- Lo are, enserio gracias.

- De nada pero deja de agradecer y puedes empezar a limpiar las mesas.

- Si mi capitan empezamos a reírnos, Busque algo con que limpiar y mientras lo hacía llegaron algunos surfistas. 

Y sus miradas eran evidentes aqui empezaria mi verdadero dilema ya que no me gusta ser observada.



Días de verano con el.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora