Puedo ir contigo parte #2

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Tras esta larga semana trabajando en el bar con Grace, Puedo decir que esto no es para mi me siento como una anciana, mi relación con Aiden no mejora, Pero al parecer no solo es conmigo puedo darme cuenta, de que no tiene una buena relación con nadie.

Acabando el mi turno en el bar, son las diez  y un domingo, como normalmente puedo ver que hay surfistas ya lo suficiente bebidos, y otros que simplemente se encuentran sentados aquí.

Me doy cuenta que una chica se está acercando a la barra donde se encuentra Aiden, y al parece que le está pidiendo el número el muy descarado se lo da y le ofrece una cerveza y su número cuando a mi no me da ni la hora.

- Hey Milligan, tu turno esta terminando, puedes ir por unos hielos a la parte de atrás están en la parte de encima de la gaveta. Considero que Grace hoy esta molesta.

No digo nada, y me marcho en busca de unos Hielos, paso a lado de Aidan y la chica noto miradas encima de mi pero no volteo al llegar al pequeño, cuarto puedo admirar que tengo que subir máximo en tres cajas para alcanzarlos, Empiezo a notar que las cajas se tambalean y de un momento a otro entra Aidan enrollándose con la chica de antes.

Caí rápidamente, note que Aidan se acerco casi alarmado, entonces empecé a sentir como mi sangre resbalaba por mi mejilla, su cara era como si hubiese visto un fantasma. Sus labios que normalmente tenía un color rosa natural se volvieron casi blancos se quedó pasmado, la chica lo miró asustado y salió.

-Mierda Milligan eres un desastre andante, no puedes hacer nada bien.

- Fue tu culpa, si no hubieses estado como un maldito adolescente hormonal.

Menudo idiota no hacia  más que regañarme  y culparme por algo que el causo.

-creo que necesitas puntos.

Me pare por mi misma, Y pase rápidamente por su lado, cada dia me tenia que pasar algo desagradable, nunca voy a poder salir, y empecé a limpiar mi cara con las palmas de mi manos.

- Oye Milligan el hielo, no lo has traído .

-lo traerá Aiden necesito tomar aire.

-Al pasar por un grupo de surfistas pidieron otra ronda de cerveza pero seguí mi camino sentí que me miraban, pero no me importo, salí a la playa y como era de esperarse empecé a sollozar, y al mismo tiempo hablar.

 Tres meses de que te fuiste y yo me siento estancada, de repente todo se vuelve tan desagradable creeme que lo estoy intentando, Pero cada dia te recuerdo y no se como...

-estas bien Harper? Siento interrumpir lo que se hayas estado haciendo 

Sin necesidad de voltearme se que es Aiden.

- Lo estoy, gracias por preguntar.

Sigo sin voltearme, nunca me he sentido cómoda que me vean llorando o que he llorado.

- Ven te pondré esto,

en su manos  sostenían unas pequeñas Banditas  con forma de gato, esto es interesante. me acerco hasta donde esta y me paro al frente suyo es mucho más alto que yo puedo notar que carraspeó  ruidosamente y me empieza a retirar el cabello pegado al rededor de la herida.

-Ja quien diria que un chico tan rudo puede tener banditas de gatos .

- No digas nada, por favor haz silencio.

Empieza a pegar la banditas con cuidado, sus ojos azules me atraparon Al momento, era casi como abrir lo ojos dentro del mar ver el cielo en pleno verano.

- Creo que es mejor que lo haga, Alguien que  lo sepa.

Se empieza alejar con pasos Cortos.

-Hey Aiden puedo ir contigo.

-pero qué preguntas hacer, ni que me fueran a curar a mi, camina.

La tristeza y el enfado se había desvanecido, corrí tras de Aiden pasamos por el  bar nos despedimos de Grace, ya iban siendo las once y media, y seguiamos caminando pude darme cuenta de que tiene un nombre femenino tatuado cerca al codo. pude ver Su nariz perfilada, sus pómulos eran ligeramente marcados y tiene alguna pecas, su piel era realmente pálido, sus labios carnosos y con el rosa natural que mencione antes y el cuerpo ni se diga podría ser el poema fogoso de Aska y ta...

- Entra Milligan.

Sin darme cuenta estábamos cerca a la playa en una choza un poco antigua. entre si pronunciar palabra alguna. Se encontraba una anciana sentada en un banco y un gato naranja  a un lado de ella, al vernos, Parecía que irradiaba felicidad.

-Oh querida no sabes cuanto esperamos por esto, Pensamos que moriríamos sin conocer a la novio de Dan.

Mientras esto pasaba Aiden, enarcaba las cejas confundido igual o mas que yo.

-No somos nada. Necesito que la revises se callo no hace  mucho.

Se pudo notar la decepción, en su  rostro.

-Pasa hija no hay problema, que te ha pasado?

- Pues he ido a por un hielo he tropezado con algunas cajas y bueno me he caído.

Me miró con intensidad, pero a la vez con curiosidad, noté como iba apretando mi rostro y me miraba fijamente como si quisiera hallar algo en mis ojos, en ese momento mire a Aiden y parecía un poco tensionado sus hombros y mandíbula.

- Sácala de aquí, menciono fuertemente, no se que parte de no relacionarte con los Milligan no entendiste.

No entendía nada hasta que Aidan me saco arrastras de aquella choza, alcancé a ver un  cuadro donde pude reconocer los ojos de mi abuelo victor Milligan y a su lado  un hombre que al parecer de la misma edad, pero era impresionante el parecido con Aidan.

- Lo siento no sabia que podria pasar esto.

- No te preocupes, Por lo que me doy cuenta no soy bienvenida en ningún lugar, Muchas veces me ha pasado, estoy bien me podrías acompañar a casa.

-Si claro, no hay problema Milligan.

-Soy Harper, cabezota.

- Entiendo, vamos ya son casi las doce.

seguimos caminando y me di cuenta de tres cosas cosas. Que esta empezando a llover y la tercer que aun estábamos lejos de casa y la última que  me siento muy pero muy mareada.

-Puedo hablar un rato me siento, aburrida.

-Sigue caminando.

-De verdad me siento mareada.

-Ni te creas que te voy a llevar cargada.

- Se que me odias y  tambien quiero que sepas que es mutuo pero de verdad me siento muy mal.

- Súbete Milligan.

Ja  Nadie como el, se agacho delante de mí, y subí con cuidado.

- Puedes, alejarte un poco de mi espalda,  me molesta el solo hecho de tener que cargarte, como para que estes tan cerca.

- te recuerdo que todo esto paso por tu culpa.

Mientras eso siguió caminando y no me respondió.


Este me lo dedico a mi misma ya que acabe de escribir  1991 palabras en una hora ganándole a mi temporizador ._.



Días de verano con el.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora