ghost of you, railo

Parte sin título 9

—¡Feliz Cumpleaños, Rai~

 La casa se llenó de aplausos y victores, Rai sonrió complacida, mientras su amigo Alex lanzaba confeti sobre ella, lucia sacaba fotos y camila le gritaba al de pelo largo por intoxicar su pastel perfecto con papeles de colores inmundos, Johana reía por tanto caos y griterío, a pesar que eran sólo cuatro de invitados, cinco con Rai.

 Seis con Alondra.

 —Rai, tengo tu primer regalo en tus dieciocho años —murmuró Johana cerca de su oído, se apartó para ver su rostro y sonreírle de forma encantadora, ella la miró con ojos expectantes.

  Ella   sólo tomó sus mejillas y unió sus labios.

 Alex gritó como colegiala, camila alzó las cejas mientras sacaba fotos de eso también, y lucia   comenzó a decir que dejara a la niña en paz, que era momento de comer pastel y no de comerse la boca.

 Alondra bajó la vista y la mantuvo en sus pies hasta que supo que el beso se había acabado, lo primero que hizo Rai fue mirar hacia ella, con temor de que estuviera herida por aquello.

 La pelirrubia negó, sonrió de forma honesta.

 —Es  la indicada —dijo, y Rai pudo escucharla perfectamente a pesar de que estaba al otro lado de la cocina

 Pasaron unos minutos luego del festejo de la canción de cumpleaños, en donde los cuatro se sentaron en los sillones de la sala a esperar que Rai terminara de cortar el pastel.

 —¿Alguno habló con  jetziel? —preguntó lucia, con lo que los otros dos negaron.

  —No volví a hablar con el  desde lo de Alondra —dijo Alex, directamente.

 —Shhh —lo cayó camila—. Rai se la está pasando muy bien y ahora tenemos a esta chica para distraerla, no arruinen esta noche —palmeó el muslo de Johana, se sorprendió por lo duro que estaba—. ¿Cuánto ejercitas?

la de gorro se había quedado con lo anterior, así que frunció el ceño, algo ofendida por ser considerada una "distracción", no sentía ser eso.

 —¿Qué? ¿Distracción? —cuestionó Johana.

. —Oh, no, no —el  muchacho negó, agitando su mano—. No te lo tomes personal, amiga —añadió, sonriendo—. Es que... Rai ha estado muy mal al respecto y cómo no estarlo... Después de un año, pero, al menos te tiene a ti ahora, no sé que sean, pero hacen una linda pareja, le hace bien tener a alguien así de nuevo.

 Johana se detuvo unos segundos a pensar pero terminó negando.

 —La verdad, no estoy entendienda. ¿Quién es Alondra? ¿Qué pasó?

 Escucharon un plato caer y se volvieron con miedo hacia Rai, sabiendo que había escuchado.

 La pelirroja levantó el plato con las manos temblorosas, rió de forma nerviosa y dijo un "Está bien, no pasó nada, no se rompió", antes de limpiarlo un poco y dejarlo en la mesa para acomodar una porción de pastel sobre este.

 Sintió a Alondra abrazarla por la espalda y se obligó a respirar mientras unas lágrimas amenazaban con caer, Alondra ajustó el abrazo, haciendo que se tranquilizara un poco más.

 —¿Rsi? —alzó la vista hacia Johana, quien estaba a un metro de ella, con expresión preocupada—. Lo siento. ¿Estás bien?

 Asintió sin más.

 —Alondra es mi ex novia —dijo, hablando para Johana, pero sin mirarlo directamente—. Hace un año, vivíamos en un edificio de departamentos, era mi cumpleaños, y estaba Jetziel, quién en algún momento fue mi amigo, pero estábamos muy alejados para entonces... Mi cumpleaños fue una excusa para que no se encerrara en la casa de sus padres por una noche. Él tiene una depresión muy severa, y estaba en un mal día, así que lo estábamos ignorando y, en un momento de la fiesta, desapareció, había ido hasta la azotea, en el último piso, eran un total de diez, planeando lo que crees que estaba planeado. Alondra fue la primera en darse cuenta y fue corriendo desde nuestro piso, el seis, hasta la azotea, llegó apenas segundos antes que yo, había ido por el ascensor. Jetziel había querido tirarse, Alondra lo salvó, pero terminó cayendo ella... Y cuando llegué, fue solo para ver lo peor.

 Su voz estaba dura y sus mejillas estaban empapadas. En la sala, camila, Lucia y Alex discutían en lo bajo que deberían haberle contado a Johana antes de venir para evitar darle un mal rato a la pelirroja, y que eran todos unos estúpidos.

 Johana tomó un par de servilletas y se acercó a ella con delicadeza, limpió sus lágrimas con suavidad, mientras su otra mano se posaba en su brazo y dejaba leves caricias.

 —Rai, lo siento muchísimo —dijo, haciendo que ésta llorara un poco más con esas disculpas, que venían siempre que salía el tema—. Estoy segura que Alondra te ama, donde sea que esté, y te cuida con todo el corazón, tienes un ángel para ti ahora, estás más que bien y protegida —acarició sus mejillas y Rai sonrió mínimamente. La mayor dejó un beso en su frente—. Tienes a muchos que pueden acompañarte si te sientes sola, ¿lo sabes no? —ella asintió—. Bien, que no se te olvide, ahora me tienes a mi también —la abrazó y Rai se dejó esconder en su pecho, abrazando su cintura.

 Alondra sonrió y se sintió un poco mal por dentro, pero estaba feliz que de su pequeña pudiera al fin ser feliz con alguien, alguien que estaba vivo y podía vivir con ella.

 Se acercó en silencio, colocando una mano en el hombro de Johana, haciendo que un escalofrío lo recorriera.

 —Le rompes el corazón y te atormentaré el resto de tu vida —susurró en su oído, y los ojos de Johana se abrieron ampliamente.