Santa Biblia Reina Valera 1960 - Isaías 61
10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.Deimond me baja de sus brazos y todos nos comienzan a abrazar y felicitar.
—deseo que seas muy feliz —dice mamá con su voz quebrada de la emoción mientras me abraza.
—yo también te deseo lo mejor —me dice Emily dandome otro abrazo.
—ojalá las cosas te salgan como en los cuentos de hadas —dice Annie que a pesar de ser de poco afecto, está vez si me abrazo.
—te deseo lo mejor cariño —dice mi padre besando mi frente con ternura.
Luego mira a Deimond y toda la ternura se le va.
—si la haces sufrir, te mato —lo último lo susurra de tal manera que solo yo y Deimond lo logramos escuchar.
—¡Finalmente! —nos dice Jak —aunque no cantaré victoria hasta después de la noche de bodas —dice dándonos un abrazo a ambos.
—¡Felicidades! —me dice Fabricio mientras mastica chicle.
Mira a Deimond con una sonrisa divertida.
—preparate para seguir sufriendo jejeje.
Todos lo miran como si tuviera tres cabezas.
—¡Era broma, era broma! —se retrata inmediatamente.
—no lo puedo creer —me dice Jason con decepción.
A Deimond ni siquiera lo mira.
—Dios escucho mi oración —dice Erick con una gran sonrisa mientras nos abraza —de verdad que les deseo lo mejor.
—que seas muy feliz —me dice Mibsan el cual me da un fuerte abrazo y me carga a la misma vez.
Después posa su mirada en Deimond.
—tu deber será que lo que le deseo a Linda se cumpla —le dice en modo amable, pero yo sé muy bien que es una advertencia.
—¡¿No que no, manita?! —habla Zuar con ternura mientras me da un beso en la mejilla —sabía que ibas a terminar con él.
Luego llega la señora Morgan y me da un fuerte abrazo acompañada del señor Morgan.
—¡Por fiiiiin! —exclama —¡Por fin mi hijo pudo cumplir su sueño!.
Yo solo sonrió al ver lo felices que están.
Es como si fueran ellos los que van a casarse.
Después se acercan todos los hermanos que han venido y uno por uno nos felicitan
Finalmente de último se acercan los pastores.
—Que Dios les bendiga mucho —habla el pastor —sé que es un momento súper feliz y no debería de tirarmelo pero lo que se debe decir hay que decirlo —nos mira a ambos seriamente.
Inmediatamente me comienzo a asustar.
Me toma del brazo y me aparta del lado de Deimond.
—mire bien a la hermana Linda —le dice a Deimond.
Deimond me mira.
—no estuvo bien que la cargará hace unos momentos atrás —continua el pastor —sé que estaba muy feliz, pero aún así no es debido hacer eso, así que por tanto, desde ahora en adelante le prohíbo tocarla hasta después de la ceremonia, si tiene algo que decirle, le prohíbo que vaya a su casa o le escriba o la llamé, de ahora en adelante hablara con nosotros y nosotros hablaremos con ella.