- ¡Mierda! -Exclamó hoseok tirando las fotografías en su amplio escritorio.
Dos meses pasaron desde que regresó a corea después de sus preciosas vacaciones en donde conoció al chico que movió todos sus sentidos.
En cuestiones laborales iba cada día mejor, pero en lo personal cada día era una mierda, así lo cataloga hoseok.
Aún mantenía comunicación con yoongi aunque no era como lo esperaba. Claro, tenían un cambio de horario abismal y sumándole a eso el catalogo para el cual estaba trabajando le absorvia el tiempo completo.
Desde que puso un pie de nuevo en corea se mantenía inquieto, nervioso y de mal humor ¿La razón? Quería estar con yoongi, necesitaba besarlo, abrazarlo, escuchar su voz tranquila y tener intimidad con él. Pero sobre todo eso necesitaba decirle algo que se quedó atorado en su garganta y no pudo decirle el día que se despidieron.
Yoongi le había dicho días anteriores que el viajaría a corea hasta casi finales de año ¡Mierda! Faltaba una eternidad para eso y digamos que hosoek y la paciencia no caminan de la mano.
Se recostó en el respaldo de su silla y los recuerdos con yoongi caen como lluvia a su mente. Ese chico se coló en su ser de una manera inexplicable y pensar en ello lo hace sonreír.
Esta harto de llamadas fugaces, de vivir de recuerdos y de añorar un encuentro cuando sabe que eso es imposible ahora.
Se levanta de su asiento, imprime un documento que redacto tiempo atrás, hace un par de cosas en la computadora para después apagarla.
Lia la secretaria del señor Chang se sorprende cuando lee lo que hoseok deja en su escritorio y él solo articula un "Nos vemos Lia, cuidate" y sale sin decir nada más.
Entra a la oficina de su mejor amigo que esta concentrado en sabra Dios que en la computadora y reacciona cuando hoseok da un leve golpe en su escritorio.
- ¿Te acuerdas lo que platicamos el otro día Jim? -Cuestiona al sentarse en la silla frente a su amigo y éste asiente-. Bien, pues hoy es el gran día de salir de nuevo de corea y buscar mis nuevos horizontes
Jimin parpadeo perplejo y le sonrío a su amigo.
- Hay un asiento disponible y comprado a mi lado por si decides acompañarme a esta nueva aventura -Sonrió mostrando sus hoyuelos-. Si te animas te veo en el aeropuerto a las nueve de la noche y si no lo haces espero verte pronto hermano
Sin decir más salió de la empresa fotográfica que le dio de comer por muchos años, subió a su auto y partió a su departamento.
En un par de maletas metió su ropa, sus productos de higiene, zapatos, papeles importantes, algunas fotografías y listo. Luego de eso se dio un baño y puso ropa cómoda, iba a viajar 25 horas con 31 minutos tenía que estar cómodo.
Dos horas antes estuvo en el aeropuerto para revisiones y todo eso, sonrío en grande cuando vio a jimin sentarse a su lado en la sala de espera.
Abordo el avión que lo llevaría a su destino y esta vez estaba seguro que no regresaría en mucho tiempo.