No tuve más opción que volver a clases, no fue por decisión propia más bien un chantaje de ambos. Ahora estaba aquí, escuchando la clase de literatura que siendo sincera no era mi favorita, creo que de todas las materias prefiero informática, manejar las computadoras es mi don gracias al mundo de los videojuegos.
Su círculo se encontraba a dos pupitres de distancia frente a mi, todos mis sueños en los que Chris posiblemente me mirara se fueron a la basura.
Me había llamado estúpida y claro que lo era, sin embargo, deseaba que en algún universo alterno existiera un nosotros, una historia llena de ilusion y—¡Ah!
Me sobresalte ante el golpe que dieron en la mesa en la que me encontraba, el profesor Williams había golpeado mi mesa con sus libros cautivando mi atención, trague saliva conectando mis orbes con los suyos, las risas dentro del aula no tardaron en aparecer.
—¿Puede decirme que es más interesante en esta aula que mi clase señorita Müller?
Emergencia, Houston tenemos problemas.
Sonaba la alarma en mi cabeza, no tenía ni idea de que estaba hablando, de reojo mire la pizarra y para mi desgracia no había nada en ella, con la poca dignidad disponible en mi sistema operativo abrí mis labios diciendo lo primero que me viniera a la mente.
—¿P-Puede rep-petirme la pregunta?
Humedecí mis labios golpeando con sutileza la superficie de la mesa con la yema de mis dedos esperando con ansias su reacción. Negó con la cabeza...
¿Negó? ¿Me echará de clase? ¿Le dirá a Luca?
Se alejo dejándome con un millón de interrogantes, aclaro su garganta volviendo a su escritorio.
—Tenemos cuatro géneros literarios en exposición. —comenzó a explicar— Ciencia ficción, thriller, romance y fantasía. Escojan uno y preparen los mejores argumentos para defender su elección.
Se sentó en la silla frente a su escritorio leyendo algunos papeles, según mi cabeza nos daba tiempo de elegir entre aquellos géneros ¿No?
Saque mi cuaderno de apuntes buscando aquellos argumentos que me servirían, creando un enorme desastre en el intento.