"¿Cómo es un beso?"
"¿¡Mh!?"
Chiori no está segura de haber oído bien, pero la voz de Aether es muy reconocible y siempre está presente, de una forma u otra, en su subconsciente. Se sonroja levemente ante la pregunta, pero permanece seria al notar la mirada curiosa y algo apagada de Aether.
"...Es todo lo que deseas que sea". Suspira, cerrando los ojos por un momento para evitar imaginar situaciones ciertamente embarazosas , luego continúa con una expresión más pensativa. "Es diferente para cada uno de nosotros, una forma de mostrar afecto, puedes hacerlo cuando quieras".
"¿Para... mostrar afecto?" Los iris dorados de Aether son tan bellos que la dejan sin aliento.
"Sí... Principalmente eso. Como el amor , cariño... Se usa a veces con alguien. Es tan lindo el sentimiento que dejas de pensar y el único lenguaje que queda es ese".
Están sentados muy juntos en el pequeño sofá. Aether se ha acercado inconscientemente a Chiori, con las piernas ligeramente levantadas y donde su rodilla apenas roza el muslo de la costurera, es como si se estuviera incendiando.
"Suena muy bonito". Aether susurra, con los ojos cerrados, el rostro ahora abierto y relajado, sus mejillas ligeramente rosadas.
"Lo es. Inmensamente".
Y como en el mejor de los clichés , Chiori ya no se refiere a la pregunta que le planteó hace un momento. Una de sus manos, distraída y embelesada, está metiendo un mechón de cabello rebelde detrás de la oreja de Aether y para él todo parece tan natural.
Aether apenas cierra los ojos, tratando de buscar la cálida palma de Chiori, como un gatito dispuesto a ronronear, y ella odia con todo su corazón el hecho de que su mente esté perdiendo poco a poco el sentido de la coherencia y volverse confuso.
Pero maldita sea, Aether es tan atractivo que le hace perder la cabeza como nadie.
Y cuando Aether finalmente vuelve a abrir los ojos no hay mucho más que agregar, y Chiori está lista para enseñarle, hundiéndose con él en el olvido tanto de sus deseos como de lo no dicho entre ellos.
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Unos fuertes brazos abrazan con más ardor su delgada cintura, una frente acaba reposando sobre su cabeza, y finalmente un largo suspiro es liberado por el hombre que está detrás de ella.
Los antebrazos se aprietan cada vez más alrededor de su delgado vientre, hasta que mechones de cabello rubio terminan en el hombro de Chiori, y es tanto que ya no puede contenerse y comienza a acariciar con amor hasta donde puede llegar.
Parecería que hoy es uno de esos días en los que los numerosos muros que rodean a Chiori se están literalmente derrumbando, y Aether no puede evitar la sensación de estar tan cerca de su amada, no puede evitar la forma en que siente una especie de dolor mezclado con frustración enterrado en lo más profundo. Su empatía siempre ha sido algo particularmente... Poderoso cuando se trata de las personas que lo rodean, pero desde que se enamoró de ella, bueno, ha sido una cosa diferente.
Siente como si un cuchillo hubiera estado retorciéndose y girando en sus entrañas cada vez que Chiori deja caer sus defensas, cada vez que se permite finalmente ser vulnerable.
"¿Cómo te va, mi amor?"
"Mejor ahora." Ella murmura en su hombro, dejando un beso lento, lleno de amor y devoción, que provoca escalofríos por la columna de Aether.
Él sonríe y mantiene sus manos sobre las caderas de Chiori, todavía entrelazadas a su alrededor, mientras su cabeza cae ligeramente, hasta el punto de que logra tocar y rozar el rostro de su amante con sus labios y su nariz.
No se dicen nada más, no hace falta realmente, pero intercambian un beso delicado, apenas visible, que vale más que mil palabras.
