Un Hogar Cálido 「Antarctic Family」

[ Capitulo 14 ]

Los Papás de Antártida
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Antártida, uno de los 3 pequeños sobrevivientes al ya conocido asteroide que acabó con la existencia de los Dinosaurios, siempre fué un misterio para muchos el cómo él junto con Australia e India sobrevivieron a eso, aún siguen sin saberlo porque decidieron no decir nada. Pero, ¿Cómo fue la infancia de Antártida antes y después de aquel suceso?

Antártida, durante su infancia, siempre fué un pequeño niño que adoraba explorar y jugar, no era sorpresa para los grandes Continentes ver al pequeño jugar con los Dinosaurios o sus Amigos, aquellos Continentes del tamaño de grandes montañas siempre cuidaban cada uno de los pequeños a los que adoptaron como hijos

América fué uno de ellos, siempre cuidaba de Antártida y con su mirada veía desde lo alto que aquel niño no se lastimara, y no por los Dinosaurios ya que estos lo protegían, sino porque en algunos caminos habían cosas con las cuales se podria lastimar, pero luego sus preocupaciones se iban con el viento al notar que ese pequeño siempre era prudente y cuidadoso. Veía las largas exploraciones que el pequeño hacía, le sorprendía ver que ya no se cansaba de las largas caminatas ni de las veces que debía nadar para llegar a otro lado, su pequeño cuerpo ya tenía mucha resistencia. A veces, queriendo estar cerca de su hijo, se acomodaba a una estatura de 2 metros para así acompañarlo en sus largas exploraciones, divirtiéndose con escuchar sus anécdotas y las cosas que descubría, para ambos, para todos los que vivían ahí, Pangea era su gran Paraíso

Para Antártida, América fué uno de los mejores Papás que tuvo, pues siempre lo cuidó en todo momento en cualquiera de sus dos formas, incluso en aquellas noches en las que necesitaba su compañía se lograba acurrucar en sus brazos o en sus hombros cuando América tomaba su forma original. Aún recuerda con cariño cómo alcanzaba el alimento de los árboles para él y cómo lo acurrucaba con afecto en sus brazos...

Incluso en aquel día donde lo vió por última vez.

Fué mucho tiempo el que Antártida tuvo que pasar para darse cuenta de que estaba muy lejos de sus amigos, pero ante la falta de aquel Continente se comenzó a sentir muy solo, muy pequeño en su gran territorio, y esto causó que su crecimiento se pausara, durante muchos años siguió como un pequeño niño mientras intentaba no pensar en el echo de que ahora estaba solo... O al menos eso pensó hasta que los animales de su territorio, incluso los más diminutos, le hicieron compañía. La conexión con sus dinosaurios había sido transmitida a la de los Animales de su territorio, Antártida ya no se sentía solo

Sentía nuevamente la alegría en su corazón, la alegría de tener a sus seres queridos, sin importar cómo fueran, para así sentir su compañía, pero su Papá, los demás continentes y amigos aún seguían presentes en su Corazón. Luego de mucho tiempo alguien llegó a su territorio, alguien que llamó la atención del pequeño Antártida

Era totalmente distinto, llevaba unas prendas y vestimenta que nunca jamás había visto antes tan de cerca, así que con curiosidad pero cuidado se acercó a él. Aquel momento fue donde y cuando Antártida e Imperio Ruso se conocieron. El Ruso con cuidado se acercó al pequeño, le causaba cierto asombro el ver cómo el frío extremo no le afectaba, aunque algo que lo conmovió fué ver cómo aquel niño se acercó a abrazarlo, para pronto dormirse en sus brazos. Imperio Ruso no sabía si llevárselo, pero al final decidió hacerlo... Y así, Antártida comenzó una nueva vida en un territorio muy distinto al que se imaginaba

Pasaban muchas preguntas por su mente al ver a todas esas personas, ¿Por qué habían tantas cosas distintas?, ¿Qué eran esas cosas que alcanzaban el tamaño de los Árboles?, ¿Por qué las personas tenían prendas demasiado diferentes?, todo era diferente Pero solo causaba más asombro en el pequeño Antártida, quien no se quedaba tranquilo en los brazos de Imperio Ruso al ver tantas cosas, todo era nuevo para él incluso lo que aparentemente era simple